Apuesta por tu vida

Apuesta por tu vida

Manyoma

27/02/2021

No pude detenerla, su enojo era muy grande de nuevo la defraudé. Ya no tenía más que explicar. Casi seguro que podía cambiar de una vez por todo nuestro destino, tome el dinero de la renta y lo aposte todo al catorce negro, era esta vez seguro no podía perder, ciento cincuenta dólares, pero la bola cayo en catorce Rojo. Sentí que acababa mi vida, Mary no me perdonara de nuevo, la tercera vez en año y mañana se cumple el tiempo para pagar la renta. Llega a casa ella estaba en la puerta con sus maletas pude ver que aún lloraba, no se despidió, tomo el taxi y se fue, desde el taxi me miro con tristeza, pero más con decepción dentro de la casa no podía creerlo Mary me dejo, se fue de la casa, la soledad me destruye.

Me acuerdo, que la primera vez que estuve en un casino fue por idea dea Mary. Yo no quería ingresar a ese lugar, siempre tuve mis reservas sobre las apuestas, esa vez ganamos en el juego de las máquinas de monedas setecientos dólares, una locura, pagamos la renta y los servicios. No podía creerlo. Mary me acompaño el fin de semana siguiente y de nuevo ganamos novecientos dólares carajo, esta vez comparamos unos muebles y comida para la casa. Mary no quiso volver al casino y me dijo: mira Carlos no creas que siempre en el casino se gana, tuvimos suerte, pero eso no siempre es así te pido amor que no vuelvas a ese lugar, tengo amigos que nunca pudieron dejar el juego y perdieron todo

— Está bien no volveré a ir —, El sábado Carlos salió medio día del trabajo y era día de pago, sintió como si alguien le llamase al
pasar por el casino, no pudo evitarlo entro y empezó a jugar en la máquina de
monedas, luego a los naipes, luego a la ruleta, le ofrecían tragos, comidas y
lo atendían chicas hermosas, como si estuviese fuera de sí Carlos, no se daba
cuenta de que solo le quedaba el último billete de veinte dólares, de
nuevo pierde, despertó del trance y empezó el lloro y la desesperación, — que
he hecho? —, me gasté el dinero de mi sueldo, el dinero de la renta —, — ¿qué?
le pasa amigo?, me presento mi nombre es, ¡Feliz, como el gato!, que te pasa
chico yo puedo ayudarte, sin querer escuché que necesitas dinero—, — sí señor
Feliz—, — un amigo dime ¿tú trabajas? —, — Si señor trabajo en el taller del
señor Harry—, —A si yo lo conozco, que buen empleo te felicito, si me firmas
esta letra yo podría prestarte todo el dinero que perdiste con un pequeño
interés del veinte por ciento—, ¿— De verdad señor? —

El hombre le entregó la suma de setecientos dólares y Carlos salió del lugar apresuradamente, pero cuando estaba fuera entro nuevamente desesperadamente y separo seiscientos dólares, los cuales volvió a postar, pero esta vez no acepto trago ni compañía, de nuevo perdió, pero logro salir y llego a casa, Mary estaba preocupada pues Carlos los sábados suele llegar temprano y al sentirle olor a alcohol le pregunta de dónde viene?, el con mucha pena miente estaba con los muchachos, tomándome unas cervezas.

¡Huy valla eso es nuevo, tú tomando con tus amigos!, me alegro tanto amor.

Carlos se duchó y se fue directo a la cama no logro conciliar el sueño, soñaba con números, con ruletas y todas clases de juegos. Carlos cambió la ruta de regreso a su casa, para evitar pasar por el casino, eso duro hasta un tiempo, el día que debía pagar el dinero a Feliz, Carlos sin que Mary lo supiera fue a la tienda de empeño a empeñar su computadora de última generación. Al pagar la deuda a Feliz Carlos tuvo que volver al casino inevitablemente, volvió a jugar y de nuevo perdió todo su dinero, estaba Feliz para prestarle de nuevo y Carlos perdió hasta el nuevo préstamo. Fue la primera vez que Carlos no durmió en casa, Mary desesperada acudió a las autoridades sin poder dormir deambulo por toda la ciudad y a lo lejos de la calle observó a Carlos borracho, afuera del Casino, era la madrugada y las calles estaban solo, Mary pensó que lo habían robado y drogado, pero Feliz le dijo no, no lo robaron el chico está ebrio y deprimido, —¿tú eres su mujer? —, — si es mi esposo—

Bueno, jovencita ¿tu esposo me debe siete mil quinientos dólares —¿Cómo dice señor?
— si como escuchas —, — Mi amigo Carlos,
aposto y perdió, y acá se paga o se muere, no estaremos viendo ahora somos
familia—, al día siguiente Mary, espero que Carlos despertase y lloro crudamente
delante de él, con una tristeza que erizo la piel de Carlos, se dio cuenta del
computador y que le mentía, Mary saco los ahorros, que estaban destinados, para
la cuota inicial de la casa y se dirigió a pagar a Feliz y retirar el
computador de la compraventa, —Prométeme que nunca entraras de nuevo a un
casino—, —prométemelo—, —Te lo prometo Mary ya aprendí la lesión —, Pasaron unos
meses y Carlos no volvió al casino, aunque los sueños con las máquinas y
ruletas continuaban. Mary debió viajar a una capacitación del trabajo y
recomendó a Carlos no salir en su ausencia y tener mucho cuidado, que no se
acerque por el casino. Carlos siguió el consejo de su amada, Aconteció que el
jefe de Carlos lo invito a celebrar un negocio con un cliente extranjero, y
este después de celebrar el negocio, los invito a celebrar en el hotel que se alojaba,
era el Hotel Roshi donde se encontraba el mejor casino de la ciudad, Carlos no
pudo contenerse a jugar de nuevo, se despidió de su jefe y el cliente y les
dijo que se iría a casa, pero cuando se cercioró que su jefe se fue y él
cliente ingresó a su habitación, retorno a las mesas de juegos y eureka gano
tres mil dólares y no iba a cometer el mismo error se fue a su casa y los
escondió en un lugar seguro.

Al regresar Mary, la vida continua aparentemente bien, pues Carlos siempre regresaba a su casa en horas tempranas, pero al medio día hora del almuerzo, frecuentaba el casino, de los tres mil dólares, solo quedaban quinientos, los cuales aposto y también perdió. Todo se salió de control, era el día de pago, Carlos salió del casino, mala racha había perdido la mitad de su salario y él pensó que podía recuperarse, cuando observo la hora en el reloj, ya era la hora de salida, y sin un solo dólar en el bolsillo. Al llegar a la noche a casa, no pudo detener a Mary, con lágrimas en su rostro y las maletas en la mano. En la mañana siguiente Carlos llego a su trabajo, pero lo esperaba el cheque de su liquidación y la carta de despido. Su jefe le explico que no era una decisión suya, fueron los dueños de la empresa que tomaron la decisión, su rendimiento laboral había decaído mucho y la inasistencia el día anterior, apresuraron la decisión. Carlos desorientado, volvió a casa con el dinero de la liquidación, eran unos siete mil dólares.

Esta vez no iba a fallar, por primera vez en su vida oro, y lo hizo de rodillas pronuncio las palabras que pudo y pidió a Dios, que lo ayudase que quería salir de ese hoyo, del juego y lloro como un niño y una voz le contesto si podrás salir de eso, Carlos se asustó, por un instante. Hasta que reconoció la voz de su amada Mary, que estaba en la habitación recogiendo algunos objetos. lo intentaron, Carlos emprendió su propio negocio, pagaron la cuota inicial de su apartamento, Carlos ahora va todos los sábados a la iglesia, Mary espera un bebe y tienen ahora por costumbre, pescar los fines de semana.

Y la ayuda del mejor psicólogo del mundo la voz de Jesucristo

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