Cae la lluvia sobre el alero
El silencio se hace mortal
Las horas pasan.
La noche entera se cubre de vigilia
El manto gris de los recuerdos llega a mí
No lo quiero, no lo deseo.
¿Para qué la cama si no hay sueño?
¿Para qué la cama si no hay amor?
La ventana de la noche ofrece a mi intelecto un mundo de sueños
Puedo ver
Puedo oír
Puedo sentir
El ladrido de un perro que ante el peligro
Agita angustiado su llamado
La voz del indigente que rompe el silencio de la noche
El dolor de los infortunados
La magnitud de las sombras
Los pasos de seda del maleante
Y
El aleteo de la mariposa que golpea presurosa mi ventana.
Esta noche no es noche
Esta noche, es solo un instante
Es solo un momento.
Autora: Luz Marina Méndez Carrillo.
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