libretas

[…]

una minúscula gotas de saliva

quiero hacerme amigo de todos tus pelínes solitarios y despistados

y que se relacionen con los míos erizándose y bailando

y tu cabeza está detrás de todo ello, tu cabeza,

he descubierto un nuevo órgano erótico sobre tus hombros

y es de hueso, cúmulos de cal que continuarán cuando tu mueras

y voy a sacarlo a reír, a corretear desnudos por un prado verde

tengo que abrir tu libro acariciando cada hoja y aprendiendo

miraremos atrás, al pasado y nos sorprenderemos abrazados

tu y tu hermosa presencia

invitándonos a todos a levantarnos del sitio

tu y mil poemas

cuando vuelva a verte recorreré lentamente los caminos

de tu cuerpo compartido y prometeré ir muy despacio,

con cuidado cada uno de los pliegues de tu mente

ya sé entrar por tus ojos, prácticamente

no, no me digas, ya sé que es lo siguiente.

(…)

una serie de besos… no puedo ni escribirlo

un montón de esperanzas fantásticas sin castigo.

XI.

«quiero hacerte feliz sin pronunciar una palabra».

«el amor es como la piedra en el agua y como el agua en la piedra»

(ésta frase le encantaba a mi madre).

la escalera me lleva:

es un ascensor y es una escalera.

Luisa es una chica que tiene sus peculiaridades, por ejemplo, se alimenta de gente. Por eso llega tarde y da plantones: tiene digestiones pesadas.