Un crimen literario

Entro a mi habitación y mantengo la puerta cerrada, me recuesto en mi cama pero me surge el pensamiento: ¿Dónde están mis poemas?, me levanto y empiezo a buscar en la biblioteca.

Llevo más de 5 minutos buscándolos y no los encuentro, reviso cajas, libros, cuadernos, certificados…empieza a surgir la desesperación hasta que la agonía me consume y digo nuevamente dentro de mí: ¿DÓNDE ESTÁN MIS POEMAS?, ¿POR QUÉ ME HAN ROBADO MIS POEMAS? Se pueden llevar todas mis pertenencias, los libros, cuadernos, guitarra, computadora, cartera, reloj, cama, fotos pero ¿Por qué mis poemas?.

Ahí es donde me puedo expresar, escribir lo que siento, pienso, lo que hago, ese es mi sustento. ¿Qué sería de mi sin mis poemas?, ¿Sin la cultura? Así se arruinaría mi dignidad, mi moral y crecería la ignorancia y la mediocridad.Pero ya se quien me lo robó, fue «el tiempo». Ese tiempo mal gastado en cosas que no tienen importancia por eso he dicho: “Que todo lo que está escrito en la línea del tiempo, quedará como un simple recuerdo”.