Allá en la cima

Allá en la cima, en donde las nubes rodeaban el lugar, donde el pico más alto era en el que me encontraba y donde el cielo era mío.

Era un lugar donde se respiraba el orgullo, la gloria y sobretodo “el poder absoluto”. No había otro ser tan inteligente e inigualable como “yo”.

Esa cima, que nunca impediría que la destruyera la realidad ni mucho menos lo que digan los demás.

Una cima que llevaba postrado un trono en el que solo podía sentarse su rey, es decir, únicamente yo.

Un día llego a mí la decisión de abandonar esa cima, porque me di cuenta que la persona en que me había convertido no era la que deseaba ni muchos con la que me sentía a gusto, así que descendí del pico de la cima. “Allá en la cima, en donde solo se respira “el orgullo” que destruye a “la humanidad.”

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