Sobre la cuerda floja

Sobre esta cuerda floja…

No hay excusa para el pánico y la ansiedad de mis pies temblorosos antes de salir por la cuerda.

Mi mente se nubla ante la posibilidad de que pueda caer desde la altura que me encuentro…Estoy encerrado y atado bajo esta caja de máxima seguridad, mientras mi corazón acelerado pide a gritos más.

Sobre esta cuerda floja… ¡silencio! pensamientos obsesivos y recurrentes que no hacen nada más que incitar inseguridad y fracaso antes del espectáculo.

Pasiones desenfrenadas, corazones latentes, éxtasis infantil brotando alrededor de todas las personas que se encuentran a la espera de lo mejor.

Las luces, los espectadores boquiabiertos, las quijadas hacia arriba…Todos tienen sus miradas fijas en mí a espera de que comience andar sobre esta cuerda floja.

Desde aquí arriba puedo ver todo con claridad, desde el punto inicial hasta el punto final. Solo me queda armarme de valor y empezar con la función.

Un, dos, tres…exhalo el aire dentro de mis pulmones y salgo a darlo todo por la cuerda floja como el símbolo de la vida donde muchas veces nos encontramos sumergidos desde nuestro problemas personales, emocionales o sentimentales.

El público aplaudía al verme sobre aquella cuerda suspendida en el espacio, esa noche fue un total éxito la función tanto que el comentario se corría dentro de los pasillos.

«Sé en tu vida, el acróbata que fluye por aquella cuerda pero siempre ten presente que a pesar del miedo que sientes antes de salir por la cuerda siempre debes dar el mejor espectáculo a tú público».