​Fresco, refrescante, congelado para un día soleado ¿Qué podría ser? “El cholado”

​Fresco, refrescante, congelado para un día soleado ¿Qué podría ser? “El cholado”

El reto más grande cuando se nos ocurre contar una historia es olvidarse de contar los hechos en un orden especifico, personalmente mi mejor estrategia es dejar que todo fluya, emociones, sentimientos y sensaciones, todas al límite, no existen límites al hacer retrospección en mi amplio y añejo pasado. Es sentir de lleno como el propio corazón intenta fugarse de su refugio mientras narra el suceso, asimismo, me ocurrió al visitar un lugar el cual recuerdo con gran agrado y admiración, ya que la mayor parte de mi niñez y adolescencia fue escenario de mi exploración, aventura y aprendizaje.

Tengo el orgullo de presentarles a Jamundí, un pueblito ubicado a solo 20 minutos del sur de la ciudad de Cali, ahí, se encuentra una de las siete maravillas del mundo ¡¡Nada más y nada menos!! Que el famosísimo cholado o como se conoce coloquialmente “cholao”. Cuenta la historia que se originó hace unos 44 años por obra de una mente brillante e ingeniosa “Héctor Bonilla”, se dice que su preparación inicial comenzó como un “mataguayabo”, pasando a llamarse “las tres niñas” porque estaba compuesto de piña, lulo y limón.

Más adelante aquel “cholao” inició su metamorfosis irreversible al combinarse con diferentes frutas, jarabes de diferentes sabores, leche condensada y una salpicada de limón.

Y es que yo tuve el privilegio de estar presente en ese momento, lo recuerdo como si fuera ayer, saliendo del colegio, incluso un poco más temprano de lo establecido, ya que el ¡Boom! del momento, el tema del que todo mundo hablaba en el pueblo, el motivo de fiesta ¡¡¡Era la preparación del `cholao´ más grande del mundo!!!

Decidí acercarme a aquel escandaloso y bullicioso lugar, miles y miles de espectadores los cuales se asomaban ansiosos por todos los rincones del famoso Parque del Cholado, ¡Nunca había visto algo parecido!

A mi gran estatura le debo que apenas podía descifrar lo que ocurría en la tarima, eran aproximadamente 20 choladeros, doce de ellos cabían de pie rodeando el vaso gigantesco que contenía el cholado más grande del mundo. El sentimiento colectivo era la inquietud y el apetito de la gente esperando a que se culminará la preparación y se comenzará deprisa a repartir la tonelada de sabor.

Nada era más deseado, era un día caluroso, me sentía pegachenta entre la multitud del 20 de julio del 2012 ¡Si! Ese mismo día que celebramos un proceso histórico que permitió la emancipación de Colombia ¡Ese mismo día! en Jamundí se realizaba una hazaña digna de incluirse en los Guinness World Records.

¡¡¡Qué delicia!!! aprovechar la visita y espera para sostener aquel bloque de hielo escarchado contenido en un vaso plástico, mucho antes de probarlo ya induce a una salivación inconsciente, su preparación es mitológica, arraigada a la tradición de los jamundeños, una mezcla de trozos de piña, papaya, manzana, uvas, fresas, kiwi, lulo, guanábana y banano, y sobre él irá un generoso chorro de leche condensada, una cucharada de mermelada de mango y una porción de coco rallado dulcemente caramelizado que dan el toque final al exquisito aperitivo. Lo que nació como una necesidad para sostener una familia, se convirtió en el afrodisíaco más representativo del pueblo.

Comerse un “cholao” es considerado uno de los mayores placeres de los amantes del dulce, resulta sabroso, gustoso, rico, deleitable, deseable e infinitamente tentador ¡¡¡Qué deliciosa su textura grumosa!!! Incluso puede ser fino y delicado, sentir como se derrite en tu boca, hasta que por un segundo tu cerebro te traiciona y se congela repentinamente, qué sensación más desagradable; pero todo se olvida cuando sientes la combinación de sabores tropicales en tu boca, no puede ser más dulce ¡No podría ser más azucarado! Resulta empalagoso, que invitación más inesperada a pasarnos de golosos. Y, para terminar:

“Solo el que tiene el privilegio de probarlo se da cuenta que no es nada terrenal, que se trata de un manjar digno de los dioses”.

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