club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
2013participaciones
Viajes encadenados (concurso semanal de microrrelatos) 1ª fase: del 30 de enero al 5 de febrero (hasta las 08:00 h)
2ª fase: del 6 al 12 de febrero (hasta las 08:00 h)
3ª fase: del 13 al 19 de febrero (hasta las 08:00 h)
4ª fase: del 20 al 26 de febrero (hasta las 08:00 h)
5ª fase: del 27 de febrero al 4 de marzo (hasta las 08:00 h)
6ª fase: del 5 al 11 de marzo (hasta las 08:00 h)
7ª fase: del 12 al 18 de marzo (hasta las 08:00 h)
8ª fase: del 19 al 25 de marzo (hasta las 08:00 h)
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que se me había ido la mano con la gasolina. No había previsto una explosión tan grande. En el coche ardía Guadalupe García Gimeno: sus maletas, sus diarios, su carnet de identidad y el cadáver que le había comprado a un enterrador dos días antes. Cogí...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro. Me dije a mi misma que todo terminaría allí, que moriría. Se veía humo, un humo gris que se hacía cada vez más oscuro y sin saber, yo, porque. Luego empecé a ver las llamas y a sentir como se consumía todo. A mí alrededor todo...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro en cómo la situación se volvía más cómica que trágica. El que había chocado y salido disparado del coche era un paco bastardo asesino del pueblo Chileno. ¿Cómo no podía reírme de que un asesino chocara contra las palmetas de cemento que ellos mismos habían instalado...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro. ¡Otra vez no! Dios por favor. Apenas recobraba mi quebrantada confianza. Los meses anteriores, las fisioterapias de rehabilitación, me tenían hasta la coronilla, mi mal humor, de mil demonios y contagioso pues todos a mí alrededor intolerantes. –Una cosa es que estés convaleciente y otra muy...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que nada volvería a ser igual y así fue. Comencé un nuevo viaje, el que sería el último y donde ya nada nos podría separar. A nuestro alrededor ruido y confusión. El cogió mi mano un minuto antes de dejarla caer. La opinión del resto ya...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro qué era lo que le podría haber llevado a hacer algo así. ¡Qué inconsciencia! Se me escapaban los motivos de su absurdo comportamiento. Era un sacrilegio destrozar así el último modelo de Ferrari, la carrocería iba a terminar como un acordeón y el deportivo ya no...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro: Qué debía pasar para comprender que nuestro amor, mutilado de ilusiones y pasmado de egoísmo, agonizaba. El coche levitó instantes en el aire antes de reventarse contra la muralla y sentí ardor del mar penetrando mis magulladuras mientras tu padre maldecía haberme entregado el volante sin...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, ¿cómo engancho esta larga frase para el relato semanal del Concurso «Viajes Encadenados»?, y no se me ocurrió nada original. ¿Muertes de autores?; utilizada, ¿temas dramáticos?; sobraban, ¿venganzas y romances?; abundantes, ¿originales?; muy pocos. Ya habíamos escrito sobre una maleta en que no cabía casi nada...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que los payasos estaban más extraños que nunca. Saldríamos nueve del abollado coche trucado (lata fina y cartón pintado); hemos hecho salir hasta quince. La función era un éxito, pero algo los alteraba, los conocía a todos con fino espionaje; tal vez, era ese pueblo lejano...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro. Eran unas Buenas vacaciones, viajamos en familia a Brasil, 1.600 km de viaje ya el cansancio nos abrumaba, casi de madrugada y conduciendo me quedaba dormido por segundos para descansar. No se como me distraje y pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro de...
Pensé, mientras el coche se lanzaba contra el muro, en lo dura que había sido mi vida. Desde niño las circunstancias fueron adversas, la orfandad me convirtió en un ser triste y apocado. La adolescencia, en mi caso, fue un simple trámite consistente en la aparición de granos sin orden ni concierto y poco más....
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro. ¡Otro sería mi destino! Cuando Valeria despidió a su último cliente, vino mí. Y yo, casto y puro, le hice un sitio a mis espaldas. La sangre caliente indicaba que allí estaba la adrenalina. ¡La lumbre que une el cielo y el infierno! La intensidad de...
