Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro. Ya es el final, pensé. Tal como lo cuentan, un backstage de mi vida en segundos se develó ante mis ojos. Un carrousel de imágenes, y la absurda sensación de impotencia por lo que no fue. Sólo pensar el tiempo perdido y las cosas pendientes. Ese viaje que no hicimos. El anillo en el cajón quedó esperando el momento preciso. Te dije alguna vez cuanto te amo?

Tarde, pensé.

Una mano en mi hombro me sobresaltó, tu susurro “llegamos mi amor”, tu mano y tu voz me trajeron del ensueño.

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