LA BANDEJA DE POREXPAN DESAPARECE DE NUESTRO CUBO DE LA BASURA (Naturaleza y Medio Ambiente)

Un solo uso y del estante del supermercado, a la basura. La vida útil de una bandeja de Porexpan es muy corta, aunque, comparativamente, el poliestileno del que está hecha tiene un largo recorrido sobre la tierra. Este material no es biodegradable. Sus partículas, nunca van a ser descompuestas ni absorbidas por la naturaleza. Y por tanto, estamos hablando de un producto con un coste ambiental muy alto, al que se le ha de sumar el costo de fabricarlo.

Hemos estado usando materiales que no son biodegradables, para generar productos de un solo uso y con una vida útil muy corta. La empresa System Naturix ha encontrado una respuesta a este sinsentido medioambiental. Una innovación genética que nos va a permitir disminuir los desperdicios que se generan diariamente en los hogares de todo el mundo.

Se trata de una variedad mixta de la planta Aeonium arboreum y de la lechuga común, modificada genéticamente de tal modo que crece en forma de envase, y que pretende sustituir a la tradicional bandeja de Porexpan, que se utiliza para envasar carnes y otros alimentos, y que podemos encontrar en cualquier supermercado. Este envase, una vez usado, podrá desecharse en el contenedor orgánico y también podrá usarse para el compostaje o para la alimentación del ganado.

El equipo de Dr. Ricall, experto genetista, ha conseguido que la planta no represente ningún riesgo ambiental ni para la salud de los consumidores. No hay riesgo, tampoco, de polinización cruzada. Su inocuidad ha sido rigurosamente testada en los laboratorios de la compañía, consiguiéndose una variedad no contaminante y que no deja rastro genético en su descomposición que pueda afectar al entorno. Es más, tampoco supone ningún riesgo al ser introducida en la cadena alimenticia.

¿Qué serán capaces de proporcionarnos los árboles y las plantas en adelante? Esta fórmula, abre la veda a la imaginación y nos hace pensar en un futuro más verde, con un escaparate de productos más eficientes y pensados para no dejar huella ambiental. Como siempre «lo esencial, es invisible a los ojos» y el valor de esta nueva invención, incalculable.