EL camino a ninguna parte jamás te abandona, no sabes donde ir, ni quien eres, perdido en el abismo de tu propio ser. El corazón unas veces late de una forma y otras de otra, se pierde contigo o te pierdes con el .

Das un paso y avanzas, das otro y retrocedes, no sabes que hacer ni a donde ir . De repente te detienes, te observas, respiras y sientes, te escuchas, cierras los ojos y das las gracias, por vivir por existir por sentir el milagro de ser por ser consciente del momento presente.

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