PEQUEÑA OPERETA VIENESA PARA DOS
Lentamente se abre el telón. Sus engranajes chirrían una obertura rancia. Los pesados cortinajes arrastran restos de antiguos vítores con su aterciopelado y rojo ondular. La madera bucólica del teatro sostiene en el centro una silla en posición inversa al patio de butacas. Solo una persona, ella, se ubica en sus asientos; solo una persona,...