Llegó un día en que ya no pude volver a dormir, pues cada vez que lograba hacerlo profundamente, ¡Una sensación de angustia y vacío, de repente me cobijaba!

Solamente pasaba los días encerrada en la alcoba fría, tratando de conciliar el sueño, aunque permaneció siempre oscura… por entre alguna hendija se colaba un poco de luz, así que lentamente veía como terminaba y empezaba un nuevo día.

No me atrevía a levantarme, es como si las ganas se hubieran ido de mi lado, no sentía hambre, solo ¡Una sensación de angustia de repente me cobijaba!

Podía sentir el parpadeo en mis ojos, pero no había zumbido alguno, no me atreví a mover mi estampa porque sentía que las ganas me abandonaban

Solo hablaba para mi conciencia, preguntando cuál era el sentido de mi existencia, entonces, ¡Una sensación de angustia de repente me cobijaba!

Nunca me puse en pie, tampoco intente abrí la cortina, solo eventualmente por la hendija un poco de luz pasaba.

Habían transcurrido ya como nueve días, sin dormir, totalmente ida, sola, porque las ganas no las sentí y volví a razonar acerca de la vida, entonces… ¡Una sensación de angustia de repente me cobijaba!

Solo el día que no pensé pude conciliar el sueño y esa estampa de mujer aguardaba allí en mi lecho, me tomaba por los pies mirándome fijamente sin soltarlos, entonces de nuevo ¡Esa sensación de angustia de repente me cobijaba!

Por nueve días aguardó al lado de mi cama, tomándome los pies, como queriendo decirme qué pasaba, sobre su cara un velo azul flotaba y ¡Esa sensación de angustia de repente me cobijaba!

Pude reconocer en su rostro demacrado que ya no había nada, ya no pregunte sobre el por qué de la vida, la mujer me soltó los pies mientras reía y de repente, ¡Esa sensación de angustia ya no me abandonaba, porque hace más de nueve días muerta yacía yo recostada en la cama fría, esta sensación de angustia siempre me cobijaba!,,,

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS