Memoria Genética
Una vez encontré una caja de termómetros de mi madre, tomé uno de ellos para medir mi temperatura y ver cuántos milímetros recorría el mercurio en el medidor. Como no hubo gran desplazamiento del metal, decidí que sería bueno ponerle temperatura… ¡con una vela! Finalmente el mercurio se movió, ¡explotó! Lo que para mí era...