Primeras Veces Felices y No Tanto

Primeras Veces Felices y No Tanto

Picky A.

17/01/2021

1.-

Las mujeres solemos hacer un culto de muchas situaciones que vivimos por primera vez. Románticas empedernidas, todo lo pintamos color de rosa y somos felices en nuestro mundo de fantasía.

Personalmente, tuve primeras veces felices en mi adolescencia. Otras; menos. Algunas; un desastre.

Fui feliz; cuando apareció mi primera regla pasando de niña a mujer.

Fui feliz; cuando usé mi primer sostén, mí busto había dejado la chatura de la pubertad.

Fui feliz; cuando abandoné mi infancia. Calcé los primeros tacones y vestida de encaje, pasé de Cenicienta a princesa.

Fui feliz; cuando terminé la primaria y comencé la secundaria. Chau púber, hola adolescente.

Fui feliz; cuando maquillé mis ojos y labios porque me sentí mayor.

Fui feliz; cuando dejé los cuentos de niña y descubrí a García Márquez.

Pero… cuando hablamos de primeras veces en el amor: Ojo con esa felicidad!!

Ejemplo: el primer beso puede ser inolvidable, cuando tu pareja no piensa sólo en él. Eso pasa, si, las bocas se buscan acompasadas. Los labios se unen al mismo ritmo y las lenguas se enroscan en un mismo baile. La conexión será máxima y puede convertirse en amor. Y de nuevo eres feliz en esa primera vez como lo fuiste con tus zapatos nuevos…

Pero… si el primer beso no sale como una lo espera y los movimientos son torpes.  Desacompasados.  Las lenguas van para cualquier lado. La saliva, en lugar de saber a miel o fruta fresca, sabe a compus para el jardín, por no decir asqueroso, no habrá conexión. Y no es cuestión de segundas oportunidades. O recurrir al enjuague bucal y rebobinar. En ésto, no hay segunda vuelta. La magia se pierde. El príncipe se convierte en sapo. Y que pase el que sigue. 

2.-

Primera vez de un beso poco feliz

Fue a los 14 años con un chico de 19.

Nos conocimos en el club al que ambos asistíamos. Yo jugaba básquet y él fútbol. Pasamos meses intercambiando miraditas. Nunca una palabra. Él pensaba que yo era chica, aunque mi metro setenta y mis senos abultados, dijesen lo contrario.

El encuentro se dio en una fiesta. Salimos a bailar unos lentos, y con sólo sentir su cercanía y su respiración en mi cuello, creí morir de amor!! No hablamos. La música nos aturdía. Sólo escuchábamos el sonido de nuestros corazones como tambores descontrolados.

Exitado me arrastró hacia un lugar oscuro. Atrapó mi boca como ventosa. Parecía una boa constrictora queriendo devorarme. Su lengua atravesó mi garganta. Su saliva sabía mal. Una arcada lo detuvo. Logré soltarme y huir. Qué infelicidad!! 

Moraleja: » nunca creas todo lo que escribe un poeta«:

«…ella se rió divertida, de un modo tan natural, que él aprovechó la ocasión para abrazarla y darle el primer beso en la boca. Le correspondió, y él siguió dándole besos muy suaves en las mejillas, en la nariz, en los párpados hasta que se gastaron en el beso todo el aire de respirar…».

Gabo: te odio,jajaja!!

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