Qué pasaría si… (los futuros posibles de la Tierra) Organizado por el APA del colegio Corazonistas de Madrid

Convocatoria cerrada

Qué pasaría si… (los futuros posibles de la Tierra)

Del 25/01/2019 al 11/03/2019

1000 palabras máximo

1.500 euros en premios

- comentarios

28 participaciones

La tierra no es una herencia de nuestros padres,

es un préstamo de nuestros hijos

proverbio indio

Fotografía de Chema Madoz

21.03.2019. Acta del Jurado con los premiados y el comentario crítico de sus textos

Características del IX certamen literario ESCRIBE TÚ

Podrán participar en el Club alumnos de ESO y Bachillerato que estén actualmente inscritos en el colegio, y sus padres y personal laboral del centro. Para ello basta con que el participante se dé de alta como usuario en el Club de escritura (pinchando en TU PERFIL en la columna de la izquierda o aquí).

Este año la temática elegida es el lema «Una tierra para el hombre». Para escribir el relato os planteamos como consigna que formuléis una hipótesis fantástica (qué pasaría si…), vinculada a la naturaleza, como idea inicial. Te lo explicamos un poco más abajo.

Los participantes pueden usar un pseudónimo o nombre público, pero es necesario dar los datos reales para poder contactar con ellos en caso de ser premiados (ninguno de esos datos serán públicos).

Cada participante podrá presentar un máximo de una obra que deberá ser original e inédita.

El relato puede estar escrito en español, francés o inglés.

Cada uno de los niveles educativos participará en una categoría diferente: 1º de ESO, 2º de ESO, 3º de ESO, 4º de ESO, 1º de Bachillerato, 2º de Bachillerato. Por ello, delante del título de la obra debe indicarse el curso al que pertenece el participante (o indicar que forma parte de la comunidad educativa si son padres o trabajadores del colegio).

Las obras presentadas no pueden contener más de 1000 palabras, pero pueden añadirse imágenes, vídeos (alojados en plataformas externas del tipo Youtube o Vimeo), música, etc. Es muy sencillo: puedes echar un vistazo al tutorial sobre el editor de textos.

Fechas: La convocatoria comienza el 25 de enero y el plazo de admisión de originales abarca hasta el 11 de marzo. Votaciones del 12 al 17 de marzo. El fallo del Jurado se dará a conocer el 20 de marzo de 2019.

Para poder acceder a los premios será necesario haber puntuado un mínimo de 10 obras en el periodo de votaciones. El club es un espacio para ser leído y comentado, pero también para leer y comentar las obras de otros.

El nuevo editor de textos quiere servir de incitación al usuario para experimentar nuevas fórmulas narrativas. Lo que hemos hecho, por ejemplo, en “Escritura(s)”. Por texto entendemos también narrativas hechas a partir de fotografías, vídeos y música (registros que conviven a la misma altura).

La organización no mantendrá correspondencia sobre las bases del concurso. El participante debe leer detenidamente las bases completas. Puede consultar sus dudas también en Preguntas frecuentes.

Qué es una hipótesis fantástica

Las hipótesis son redes: lanzas la red y, tarde o temprano, encuentras algo

Novalis

Esta técnica se basa en un estímulo muy sencillo: tomad el interrogante ¿QUÉ PASARÍA SI…? y rellenad los puntos suspensivos con diversas posibilidades que se os vayan ocurriendo. Tenéis que tomar una pregunta y contestarla en forma de relato; es decir, dotando a la respuesta de unos personajes, de un punto de vista, un planteamiento, un nudo, un desenlace…

Os incluimos un anuncio de prensa que utiliza esta técnica sabedor de la capacidad de este tipo de preguntas a la hora de proyectar la imaginación del lector:

¿Te imaginas vivir sin…

TÉ, CHOCOLATE, CAFÉ,

KLEENEX Y CELO;

FREGONAS, PLÁSTICOS Y BUTANO;

BIKINI, FUTBOLINES Y VAQUEROS…?

Aunque la tendencia al rellenar los puntos suspensivos de ¿QUÉ PASARÍA SI…? suele ser la de suscitar historias de carácter fantástico, queremos recordaros que no tiene por qué ser necesariamente así. Pueden idearse preguntas que tengan que ver con todo tipo de situaciones y temas; por ejemplo, si nos interesa la naturaleza, lo que le estamos haciendo a la Tierra, podemos preguntarnos qué pasaría si de los grifos dejara de salir agua, o, a la inversa, qué pasaría si este verano trabajo como voluntario en un centro de recuperación de animales marinos. Los ¿Qué pasaría si…? son una fuente inagotable de historias psoibles. Jugad a hacer hipótesis fantásticas y tomad buena nota de las que sugieren historias más sabrosas: sois vosotros, con una imaginación todavía fresca, los más preparados para contestar y desarrollar las hipótesis.

Por qué escribir

Entre los gestos del mundo recibí el que me dan las puertas escribe Gabriela Mistral en su poema. Escribir de puertas es escribir de la vida de uno, hecha siempre de elecciones: pensar el punto de partida, pero también el destino y el pasado.

«Qué pasaría si… (los futuros posibles de la Tierra)» quiere ser el estímulo para escribir desde tu entorno inmediato, con los espacios fundamentales donde se desarrolla tu vida, en un ejercicio de cercanía, de memoria y autoevaluación, para desde ahí reflexionar sobre nuestro futuro y el futuro de nuestro planeta. Pero hay que acertar con el modo de abordarlo: saber dar con ese centro que pone en órbita todos los demás elementos.

Fotografía de Erik Johansson

No es fácil responder a la pregunta del epígrafe. Pero es seguro que escribir va mucho más allá que satisfacer la vanidad de ser leídos: es saber interrogarse en relación con lo que nos rodea (todo escritor es un buen observador). Una tarea difícil. Decía Virginia Woolf que pocos atrapan al fantasma, que la mayoría tiene que contentarse con una porción de tela arrancada de su vestido, o con un mechón de cabello. Lo que decía también Juan Marsé: «Escribo buscando siempre algo que, cada vez más, sospecho no se trata de un placer estético, es decir, ando buscando la conciencia de que hay algo en alguna parte que es o podría ser más coherente, más hermoso y hasta más real que ese conglomerado de ficciones y convenciones humanas que llamamos realidad y que componen la sociedad en que vivimos». Pero hay que intentarlo. Esforzarse por lograrlo. Lo que era para García Márquez la inspiración.

Es una palabra desprestigiada por los románticos. Yo no la concibo como un estado de gracia ni como un soplo divino, sino como una reconciliación con el tema a fuerza de tenacidad y dominio. Cuando se quiere escribir algo, se establece una especie de tensión recíproca entre uno y el tema, de modo que uno atiza al tema y el tema lo atiza a uno. Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y, entonces, no hay en la vida nada mejor que escribir. Esto es lo que yo llamaría inspiración.

Es cuestión de escribir y reescribir, corregir tantas veces como sea necesario lo que hemos escrito, merodeando la idea para captarla lo mejor posible y trasmitirla también con eficacia y belleza. Intelijencia, dame el nombre esacto de la cosa decía Juan Ramón Jiménez. Por eso es importante probar nuestros textos con los demás, para que los lean y los comenten, y aprender de sus observaciones, y mirar nuestro texto con sus ojos, con cierta distancia. Todos los escritores son ciegos, no pueden ver sus manuscritos, necesitan la mirada de otro, escribió Piglia.

Puedes subir tu obra tan pronto como quieras, cuanto antes mejor. Basta, una vez registrado, con pinchar en el botón de arriba a la derecha, en Participar, y escribir (o copiar) tu texto en el editor de textos y pinchar en publicar. Una vez publicado, tus compañeros podrán comentarla, indicando qué funciona y qué no funciona, sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Hasta la fecha límite de admisión de originales puedes editar tu obra y corregirla (no olvides luego volver a publicarla): Aprovecha esas observaciones, la lectura imparcial de tus compañeros, para mejorar tu texto. Y lee también tú a los demás, con generosidad pero con capacidad crítica. No se puede escribir bien sin leer bien.

Fotografía de Ángel Marcos

Qué es escribir, por Sergio del Molino

DECIR

Los escritores que venimos del periodismo estamos acostumbrados a que los personajes y las personas no digan nada. Las fuentes afirman, indican, subrayan, apostillan, se preguntan, se responden, se interrogan, exclaman, suponen, inciden o insisten. Incluso, en el colmo de la teatralidad, susurran, sugieren o musitan, pero nunca dicen nada. Decir es un verbo que se usa poco en las noticias. Nos enseñan a buscar sinónimos para las citas en estilo directo para no cansar al lector, y todos suponemos que el verbo decir dice muy poca cosa, que las cosas que se dicen no merecen salir en el diario, sólo las que se afirman o se exclaman tienen ese privilegio. Todo el mundo dice cosas, pero sólo la gente importante y solemne apostilla o indica.

John Updike, en uno de esos decálogos para escritores noveles que tanto les gusta recitar a los novelistas, dijo: “no uses otro verbo que no sea decir”. Si no sabes poner ese verbo veinte veces en una página sin que suene ridículo, dedícate a otra cosa.

Pero no hay caso, viejo Updike. A muchos escritores, el verbo decir les sigue pareciendo plebeyo, como un verbo de pueblo que no cae bien en una prosa de ciudad, como el primo del campo que te avergüenza con sus simplezas delante de tus compañeros de oficina. Prefieren que sus personajes aseguren, declaren, proclamen, griten, se lamenten, razonen, argumenten, duden o incidan. Por eso sus personajes, tan dramáticos ellos, tan proclamadores y razonadores, no dicen nunca nada. Su propia literatura no dice nunca nada, porque afirmar, exclamar y proclamar son acciones agotadoras que dejan los textos tan cansados que, en lugar de decir, bostezan. Y una literatura que no sabe decir no es literatura.

A los que fuimos periodistas y no sabemos si seguimos siéndolo (porque ese vicio no se saca nunca del cuerpo, es como ser borracho o ludópata, uno tiene que cuidarse siempre de no rondar los bares ni los casinos, por si recae) nos engañaron diciéndonos que todos esos verbos eran sinónimos de decir. Formas más elegantes de decir que el verbo decir. Y nos lo creímos. Como tantas otras cosas. Uno no cae en el vicio del periodismo sin ser ingenuo. Incluso los hay que leen a John Updike y aquello de repetir veinte veces el verbo decir en la misma página, y siguen engañados. Es difícil darse cuenta de que todos esos verbos no son sinónimos de decir sino sus antónimos. Son formas de no decir. El propósito de una declaración a la prensa es no decir nada, aturdir con palabras que no tienen nada que ver con lo que se siente y se piensa, para no tener que decir lo que se siente y se piensa. Son verbos retóricos, trajes de noche, códigos, mensajes cifrados, colonias y perfumes que ocultan el olor de la piel desnuda y lavada con un jabón humilde de supermercado.

De la misma forma, los personajes de las novelas que nunca dicen son como multitudes que viajan en autobús o cruzan una avenida en hora punta. Caras sin rasgos, gente que pasa de largo sin posibilidad de encuentro o desafío. Tiene razón Updike: hay que decir, sólo decir, nada más. En la literatura sólo cabe decir. Todo lo que no sea decir es retórica, relleno, estupidez.

Decir es un verbo muy antiguo. Es latino, dicere, por lo que lleva en el idioma desde mucho antes de que el idioma existiera. En cambio, todos sus presuntos sinónimos son neologismos, palabras nuevas, cosméticos fabricados con afijos en laboratorios modernos en siglos recientes. Son el intento de anular un verbo que huele limpio y corporal. A mucha gente le molesta tanto que los personajes y las personas digan cosas como el propio olor de esas personas. Porque del verbo decir sale una emanación antigua y poderosa que casi nadie soporta. El que dice lo hace casi siempre mirando a la cara del que recibe lo dicho, y no usa paráfrasis ni eufemismos. Se presenta desnudo o vestido de andar por casa. A veces, sin peinar. No se ha arreglado para la ocasión porque decir no es una ocasión especial. Se dice como se huele. Se dice como se es. No hay forma de ser más humana que la del decir. Por eso muchos prefieren que no les digan nunca nada.

Los escritores que dicen son aquellos que han dejado toda la retórica hecha un montón arrugado en el cesto de la ropa sucia. Son los que, al abrir sus libros, parecen gatos o perros que pasean por la casa del lector como si fuera la suya, como si los muebles y las paredes llevaran su olor. Se sienten familiares e íntimos, impertinentes y confianzudos, se saben nuestros, no piden permiso para colarse por la gatera y subirse al sofá.

Yo no me sentí escritor hasta que no empecé a decir. Cuando me sacudí todos los verbos antónimos, cuando mis personajes ya nunca exclamaron, declararon, preguntaron o susurraron. Cuando sólo dijeron, como digo yo. Cuando me pegué a ese verbo primordial e irreductible descubrí que podía ser escritor. Y algo más importante, descubrí que podía vivir sin perfumes, trajes ni zapatos incómodos. Decir como un niño, como dice mi hijo de casi dos años, que se pelea con las palabras, que las saca de la boca con un esfuerzo de gimnasta ruso hasta hacerlas suyas y decirme. Amar es decir. Mi hijo y yo nos amamos diciéndonos. Me paso el día diciéndote, escribió Umbral sobre su hijo muerto, y yo no sé querer más que con el verbo decir, dejando mi olor en las palabras y en las cosas que nombran. Por eso mi literatura soy yo.

Fotografía de Coco Fronsac

 

Bases y condiciones generales

Este concurso busca ser un ejercicio motivador, un modo sugerente de trabajar una propuesta para la práctica de la escritura. La plataforma del Club ha sido diseñada para facilitar la participación, la interactividad y la transparencia. Es un concurso abierto: desde el mismo momento en que se presenta una obra, esta se abre a la lectura, al comentario y a la recomendación por parte de los usuarios invitados a esta convocatoria. Más adelante, la obra se somete también a la votación, en el entorno de un sofisticado sistema de programación y bajo el control de reglas destinadas a evitar abusos. Su objeto es fomentar el gusto por las humanidades, la literatura, la creación artística, la norma escrita, el libre ejercicio de la imaginación, el ocio productivo y la mirada emotiva sobre la realidad circundante.

La participación en este concurso, así como el registro en el Club de escritura, es gratuita. El concurso se dirige exclusivamente a alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Madrid. Se puede participar desde cualquier lugar del mundo. En esta plataforma es necesario usar la identidad real, única forma de garantizar una única aportación por persona en cada actividad.

Los participantes deberán registrarse en el Club de escritura y enviar dentro de la convocatoria privada Una puerta abierta obras en los formatos admitidos. Este registro es totalmente gratuito y no supone ninguna obligación de compra.

El Colegio Sagrado Corazón de Madrid y su APA se reservan los derechos de explotación sobre los trabajos premiados, conservando el autor de las mismas los derechos que confiere la legislación de propiedad intelectual.

El Colegio podrá realizar las acciones que considere oportunas para difundir las obras que resulten premiadas o finalistas en esta convocatoria.

Queda implícita la autorización de los autores de estas obras para la exhibición, difusión o publicación de la imagen o contenido de las mismas por cualquier medio que se estime.

Las cuestiones no previstas en estas bases las resolverá el jurado según su libre criterio. La participación en este certamen supone la plena aceptación de las mismas.

Sistema de votaciones

Desde la apertura del plazo de votación a su finalización (de 1/03 al 7/03) se contabilizará el número de estrellas concedidas a cada relato.

En el periodo de votación popular cada votante debe puntuar un mínimo de 10 obras (y, en la medida de lo posible, comentarlas). No se contabilizarán votaciones inferiores a 10. El sistema garantiza la no contabilidad de los votos hasta completar el número obligatorio de votaciones.

Para optar a los premios es necesario que el participante haya votado ese mínimo de 10 obras. Los comentarios deben ser estrictamente literarios. Para ello puedes ver el tutorial con las pautas para comentar una obra literaria.

Podéis verlo completo aquí, con un índice para visionar el tema concreto que te interese.

Un jurado compuesto por miembros del Taller de escritura Fuentetaja y de la Fundación Escritura(s) será el encargado de distribuir los premios en atención a la calidad de los trabajos elegidos. Profesores del Colegio y miembros del APA podrán participar en la deliberación.

Pacto ético

El usuario se compromete a aceptar en todo momento el pacto ético del Club. Sus consideraciones resumen su espíritu y las normas básicas de conducta en su seno. La no observancia de este pacto podría suponer la exclusión del proceso de concurso.

Pacto ético para participantes, votantes y comentaristas


RECOMPENSAS Y PREMIOS

A los alumnos se les premiará según 4 niveles educativos: 5º y 6º de EP, 1º y 2º de ESO, 3º y 4º de ESO, 1º y 2º de Bachillerato.

1) Se entregarán 4 premios para cada uno de los 4 niveles educativos pudiendo quedar desiertos tales premios si la calidad de los textos es insuficiente:

  • un primer premio, con una dotación económica de 100 €
  • un segundo premio, con una dotación económica de 70 €
  • dos terceros premios, con una dotación económica de 50 € cada uno

A la comunidad educativa

1) Se entregarán 4 premios pudiendo quedar desiertos tales premios si la calidad de los textos es insuficiente:

  • un primer premio, con una dotación económica de 100 €
  • un segundo premio, con una dotación económica de 70 €
  • dos terceros premios, con una dotación económica de 50 € cada uno

Se entregará también un premio al mejor lector, por la calidad y cantidad de sus comentarios, y un premio al autor más votado por los demás participantes.

La entrega de premios está prevista para el viernes 8 de marzo de 2019. Los premios no se entregarán en metálico sino en TARJETAS REGALO a elegir entre: EL CORTE INGLÉS, FNAC, LA CASA DEL LIBRO o TALLERES DE ESCRITURA CREATIVA FUENTETAJA, o puede realizarse una donación a una ONG o Fundación sin ánimo de lucro;

2) Se darán 3 accésit a los textos situados en los puestos 5º, 6º y 7º.

3) Todos los participantes obtendrán un vale-descuento del 30% sobre el precio del catálogo de libros de la editorial Fuentetaja que podrán utilizar hasta julio de 2020.

4) Todos los participantes recibirán un Diploma acreditativo de su participación en el certamen, reconociendo el premio o el accésit en su caso.


GANADORES:

CATEGORÍA 5º Y 6º DE PRIMARIA

1er premio: Una tierra para el hombre (19)

Es una pena ese primer párrafo que funciona como resumen o advertencia al lector: no es necesario y hace que el comienzo del relato sea menos atractivo. No sería necesario eliminarlo pero sí sería conveniente ponerlo más abajo, cuando la acción ya está presentada y el lector inmerso en la historia. Todo lo demás está muy bien, es un cuento muy bueno con elementos muy sugerentes: la voz del narrador, el tono apelativo con el niño, la personificación de la naturaleza, la propia historia, que está muy bien encofrada (aunque el tono moralizante del final la perjudica)… El autor tiene muy buenas cualidades para la narrativa.

2º premio: ¿Qué pasaría si un día me alejara de mi hermana? (34)

Tiene un comienzo sorprendente, con un narrador en primera persona muy cercano, con el que es fácil empatizar, que se presenta como la luna. Es un recurso ingenioso: esto le sirve al autor para hablar de la tierra (la hermana de la narradora) con perspectiva. Funciona el relato al principio como una alegoría bien ensamblada, con el análisis de varias de sus cualidades y los cambios a los que se ha visto sometida en los últimos tiempos, y luego como la historia de Marcos en su viaje a la luna. Es un texto muy bonito, emocionante, muy bien escrito.

3er premio (ex aequo): Una tierra sin el hombre (24)

Es un relato imaginativo que incorpora los mejores elementos del relato policiaco o detectivesco en un escenario postapocalíptico. El narrador desarrolla bien la historia, que completa con esa reflexión canónica del detective. Apunta muy bien. Podemos trabajar un poco más los personajes y sobre todo la presentación de las pistas, jugar un poco más con el lector, hacerlo todo menos plano, pero es un muy buen comienzo en el género. Se percibe las ganas de contar: la cualidad más importante para quien escribe.

3er premio (ex aequo): El trío ese (4)

Lo más valioso de este texto es su morfología como cuento tradicional, con todos sus elementos bien cuidados, muy detallista, con una gran imaginación, reconocibles los diferentes personajes y la trama (con la enfermedad del rey, la intriga, el engaño…). Denota en su autora una gran imaginación y un buen aprovechamiento de sus lecturas. La única pega es que habría que ensamblar un poco mejor el argumento, sobre todo de cara al desenlace

4º premio: ¿Yo animal? (5)

El comienzo, esas dos primeras líneas, no es necesario, perjudica a la historia, la retrasa sin necesidad: si quiere presentarse el narrador puede hacerlo, pero no es buena idea hacerlo al principio: ese espacio hay que reservarlo para conquistar al lector. Todo lo demás está muy bien, demuestra una enorme imaginación y un buen pulso narrativo para llevar a buen puerto la historia, con la atmósfera fantástica que genera, con personajes como “El profesor” y con una trama que mantiene el suspense en todo momento.

5º premio: Nora y la tierra perfecta (17)

Es un texto tierno, con una narradora-protagonista entrañable que hace que el lector empatice desde el principio con ella, y la crea, con lo que la historia se le vuelve enseguida verosímil: muy valioso en un cuento fantástico como este. Lo que tendríamos que intentar es construir una historia menos lineal, que no sea un listado de hechos, que los elementos que se van sumando a la trama no se coordinen sino que se subordinen, que queden mejor enganchados unos con otros mirando todos al desenlace.

6º premio: El sueño en blanco y negro (7)

Es un cuento original, con un buen planteamiento de comienzo, con la telepatía entre los hermanos y su acceso común a los sueños. Lo que tenemos que trabajar un poco más es cómo estructurar luego la historia, cómo narrar unos acontecimientos, sin precipitarnos, para que el lector disfrute leyéndolos, cómo generar el suspense, cómo preparar el desenlace, etc. Pero lo más importante es la imaginación, de la que el autor da buena cuenta.

CATEGORÍA 1º Y 2º DE ESO

1er premio: Alfonso Sabando, What’d happen if there was a zombie apocalypse?

Escrito con un buen inglés, el cuento tiene muchos puntos fuertes: consigue una buena atmósfera, su estructura es sólida, con un planteamiento clásico (demasiado lineal pero eficaz), y funciona bien el ritmo del relato, con el suspense suficiente para que el lector quiera conocer el final de la historia. Quizá el texto es demasiado deudor de la estética de las road movies y de las películas apocalípticas de serie B, y quizá no habrían sido necesarios los zombies, tan estereotipados, para construir un antagonista, pero es indudable que su autor tiene un buen pulso narrativo, controla bien los tiempos del relato.

2º premio: Arreit, Me llamo Aurora

El comienzo es espectacular, muy arriesgado, con una digresión del narrador -Aurora- para el primer párrafo, pero que salva bien, porque la reflexión es interesante y nos muestra a quien cuenta la historia como un tipo reflexivo, y gana por tanto credibilidad, muy importante para hacer creíble el relato al lector. La historia es buena: le falta originalidad, no llega a sorprender al lector, que ha leído u oído muchas historias similares, pero el enfoque con la primera persona, que observa pero también piensa en un largo monólogo interior, resulta atractivo. Se puede pulir un poco más el relato, le sobran palabras y es un poco previsible, pero está bien escrito.

3er premio (ex aequo): Juan Balls, Perdidos en el tiempo

En todo relato debe haber un conflicto, y lo mejor de este es precisamente su conflicto, cómo está presentado, la imaginación que revela, cómo trasmite la angustia de esas personas atrapadas en el futuro, pero hay que trabajar más algunos elementos del cuento: por ejemplo, no es un buen comienzo la descripción del protagonista en el primer párrafo, no es un comienzo que anime al lector a seguir leyendo (su gran objetivo), y según avanza el relato hay demasiadas acciones previsibles, que no sorprenden al lector, y que el narrador cuenta demasiado rápido. Hay que recrearse más en algunas de ellas. Pero esa imaginación compensa cualquier pega que se le pueda poner. Hay que seguir estimulándola.

3er premio (ex aequo): Bastian Schweinsteiger, La capa negra

En el relato funciona muy bien el narrador en primera persona, acerca mucho la acción al lector, que empatiza con él y se sumerge en la historia confiado en este. Usa muy bien también las analepsis, cómo mira hacia atrás, con sus recuerdos, para explicar su presente, esa capa negra que vertebra el cuento. Son valiosos también los distintos elementos de la tradición literaria que recupera el autor, como el sótano, pero cuando se opta por esto es importante darle al lector una mirada renovada sobre esos elementos para sorprenderlo. Lo que es un poco más flojo es el recurso que usa para el desenlace, con ese salto temporal de 3 años para cerrar el relato y su moraleja final.

4º premio: Lucielle, Yo no quería esto

La voz de la narradora es atractiva, por cómo se ve a sí misma, y cómo nos trasmite a los lectores su hastío, su pesimismo, su vida rutinaria, pero también su inteligencia. El relato está bien escrito, con una cadencia que funciona muy bien, porque ese ritmo cadencioso genera el suspense suficiente para llegar al final de la historia. La pena es que el nudo del relato resulta un poco confuso y el personaje de Lucielle funciona casi como deux ex machina.

5º premio: Sokratis Papastathopoulos, Todos los seres humanos

El comienzo genera demasiadas expectativas en el lector, y no parece guardarse nada, como si el cuento quedara amortizado en su segunda línea: un comienzo ex abrupto es buena idea, pero en casos como este parece más bien un truco que la preparación del relato de una historia. El resto del relato, en cambio, es bueno, demuestra una gran imaginación por parte del autor y está bastante bien organizado, con un suspense más sutil, mejor tratado, y un argumento interesante, bien ensamblado con las fechas.

CATEGORÍA 3º Y 4º DE ESO

1er premio: Atalanta, The ones left behind

El problema de este relato es que más que un relato es un resumen de un relato, no percibo en su autor interés por la historia, por desarrollarla lo suficiente, por recrearse en ella. El argumento es bueno, aunque poco original, y bien está ordenado, y desde luego bien escrito en un buen inglés, pero se echa en falta un mayor detenimiento en lo concreto, en los detalles. Un relato necesita ser preciso, concentrarse en los elementos más pequeños, y este los escamotea. Una pena, porque tiene un gran potencial como utopía y distopía.

2º premio: Anecrab Ojor Leumas, Destino

Es un poema muy meritorio, con algunas rimas valiosas, un buen ritmo, imágenes sugerentes y un tono amable y perspicaz. Sería interesante, de cara a seguir mejorando, que el autor se mostrara más libre, que se dejase llevar por un ritmo no impuesto por las rimas consonantes y trabajara más las imágenes para que fueran más sorprendentes y sirvieran de punto de partida al lector para una reflexión más honda sobre el problema que plantea.

3er premio: Noe López, Un escenario llamado mundo

Es una reflexión interesante, pero no es un relato, no hay acción, no hay conflicto, no hay un cambio. La voz de la narradora es sugerente: su primera premisa, el mundo como un teatro, es demasiado manida, pero el desarrollo de ese pensamiento lo lleva a un terreno más personal, con elementos propios, que al lector le resultan interesantes. La pena es también que se queda muy corta, con apenas 15 líneas, como se si desinflara de pronto, cuando el recorrido que le quedaba todavía era grande.

CATEGORÍA 1º Y 2º DE BACHILLERATO

1er premio: MC, Ya era tarde

El relato funciona bien porque funciona bien su narrador, y su tono, con el que impregna la historia y se la presenta al lector: con un estilo despreocupado, muy coloquial, con un punto reflexivo en sus divagaciones (que en otras circunstancias podrían haber perjudicado al relato pero que aquí se vuelven fundamentales). La historia queda en un segundo plano para realzar a su protagonista, con la que es fácil empatizar, porque es tremendamente cercana. El relato se sostiene sobre su monólogo interior, más ordenado que caótico. Con todo, sabe mantener el suspense de la historia hasta el final, a pesar de contar la historia en pasado.

2º premio: Hiparquía, ¿Qué pasaría si mi casa se derrumbase?

El estilo poético, tan cuidado, tan visual, funciona muy bien. Es un texto que se lee bien, como una alegoría bien lograda, cada elemento como una metáfora, al comienzo como un homenaje a la luna, con sus funciones sobre la Tierra vistas desde la perspectiva de que no hubiera existido nunca, y después con un repaso más detenido sobre la propia Tierra como hogar (de ahí el título). Resulta también atractivo cómo se presenta la narradora en la narración, con su identificación con la luna, por llamarse igual. Tiene una voz muy sugerente.

3er premio (ex aequo): Cerne, Tic-tac

La reflexión con la que comienza el relato resulta sugerente, con un planteamiento que condiciona el resto del relato. Lo que no da tan buenos resultados es alejar tanto la acción del momento presente, ese millón de años que le dificulta mucho al lector meterse en la historia, verla verosímil. Una pena, porque la historia está muy bien contada, es una distopía con todos los elementos del género, muy precisa, visual, angustiosa, con un narrador-protagonista creíble y un deje reflexivo atractivo. Está muy bien escrita, aunque en algunas partes tanta solemnidad puede parecer excesiva.

3er premio (ex aequo): Aaovi, La práctica de mi vida

El comienzo no está excesivamente bien armado, el narrador no casa bien las nubes y las prácticas de biología, lo que desconcierta al lector innecesariamente. Y el salto posterior de 30 años para situar el momento de la escritura mucho después del momento del relato sin haber resuelto la idea anterior lo hace trastabillar aún más. Si corrigiéramos ese comienzo el relato sería bastante bueno, porque es muy preciso, con un estilo técnico que resulta agradable. Pero tampoco son buena idea ni el titular de prensa al comienzo, porque acaba con cualquier posibilidad de suspense, ni resolverlo todo con un sueño, un artificio que es difícil justificar a estas alturas.

4º premio: Sauvalle, Qué han hecho

El comienzo es demasiado precipitado, hay que saber demorarse al contar una historia, el relato es también el modo en que se cuentan los hechos, no solo los hechos mismos. Más que un relato, parece el resumen de un relato. Lo que es una pena, porque la historia es atractiva, aunque poco original, es el argumento de varias películas y libros. Como punto fuerte está bien conseguido en la segunda parte del relato el tono entrecortado del narrador, cómo va exponiendo con mucha sencillez los acontecimientos precisos que deberían haberlo llevado a salvarse.

5º premio: ¿Y si voy?, de Wuaaaajaaaaaaa

Es interesante el tono apesadumbrado e introspectivo que le impregna al relato la narradora, con lo que marca una distancia grande entre los demás y ella como protagonista. Funciona el texto como un fluir de la conciencia bastante bien escrito, con un buen ritmo y un buen manejo de los tiempos, aunque la reflexión (casi ontológica) que merodea todo el tiempo en su cabeza no está bien ensamblada, habría que apuntalarla mejor, aunque la protagonista dude.

6º premio: La vida es sueño y soñar es nuestro don, de Justice

El relato es demasiado corto para desarrollar mínimamente la historia que intenta asomar, pero es interesante cómo dialoga con la tradición filosófica y literaria (Descartes, Calderón, etc.) desde el título mismo para construir un texto en torno a las preguntas que le sugiere al narrador un sueño. A diferencia del resto de sus compañeros, el autor plantea una hipótesis no a partir del efecto de los cambios medioambientales que puedan producirse sino de los progresos en biogenética. Es una pena que no le haya dedicado más tiempo, el germen del relato es interesante pero su desarrollo insuficiente.

CATEGORÍA COMUNIDAD EDUCATIVA

1er premio: 40pies, Skipbrudden 2043043

Es un texto muy cuidado, con un narrador omnisciente que es el observador ideal y trasmite con precisión los acontecimientos, con frases cortas y rotundas que intensifican la tragedia, porque el ritmo que imponen es angustioso. Parece casi un informe, pero lejos de ser frío introduce al lector en la historia sin concesiones. También los diálogos están muy bien escritos: cortos, realistas, intensos. Quizá en uno de ellos (en el que se cuenta el porqué del desastre) es excesiva la explicación para ser un diálogo entre personajes, y podría habérsela dejado al narrador, pero el resto es impecable: una historia rotunda contada con un pulso narrativo tremendo, que se corona con esa última imagen demoledora.

2º premio: Faramito, 119

Al comienzo utiliza dos recursos que van a condicionar el relato: la atmósfera angustiosa que quiere el narrador para su historia, y que anuncia quizá precipitadamente, sin dejar a la propia historia que la genere, y el tono apelativo con el que quiere implicar al lector, que sí funciona bien. Al margen de ese primer párrafo, la historia funciona muy bien, es emocionante, está bien contada (bien armada), el narrador es sugerente, es todo muy preciso, y el escenario es inmejorable: un laboratorio de un colegio, que funciona casi de sinécdoque (la parte por el todo). El final es audaz, con la petición de colaboración del lector (que engancha con el principio), con la elección de uno de los dos posibles desenlaces.

3er premio (ex aequo): Ciucalata, La tormenta

El protagonismo de la niña es muy interesante. Reclama un narrador omnisciente para explicar al lector lo que la niña no puede todavía comprender, pero permite una mirada cándida, ingenua, para una realidad muy dura, casi apocalíptica (basta leer las primeras líneas, que sirven para generar desde el principio la atmósfera del relato), con un contraste que resulta muy sugerente. La historia funciona bien, es un buen texto, con un cierre atractivo, que no se deja llevar por lo catastrofista (el recurso más fácil) para centrarse en lo cotidiano. Pero tiene errores que podríamos corregir: Uno menor: los adjetivos a veces resultan excesivos y manidos. Uno importante: el narrador cambia a mitad del relato, sin ninguna explicación ni justificación: pasa de ser omnisciente a ser la propia niña.

3er premio (ex aequo): LEM, Una como hijo, una como padre

Lo mejor del relato es cómo cuenta el narrador (omnisciente) cada escena, el ritmo que les impregna, lo preciso que es, su capacidad para hilar las emociones y pensamientos del protagonista, que quedan imbricados según suceden los acontecimientos. Funciona también muy bien cómo se rompen de pronto las expectativas del lector con la salida campestre de la familia con un giro inesperado, lo excepcional de la excursión. Aunque probablemente el final podría haber quedado mejor encajado: es un recurso demasiado facilón esa información, casi como si fuera un cartel o unos subtítulos, para explicar lo que sucede realmente.

4º premio: Manuel Tusay, Los árboles de la vida

Está muy bien escrito, muy bien contada la historia, con una transición sutilísima que le da verosimilitud a la transformación del abuelo en árbol. La primera frase recuerda inevitablemente a los relatos de metamorfosis. Los saltos en el relato le dan un carácter más fragmentario, lo que en principio no es malo, pero no casa del todo bien con el tono de esta historia, quizá podríamos pensar en otro modo de conectar los distintos personajes y los tiempos de sus respectivas historias. El final trasmite una emoción de la que se empapa retrospectivamente el conjunto del cuento, ya de por sí emotivo.

5º premio: Green Moon, Un éxito

La reflexión que sirve como preámbulo del relato es muy interesante, tiene hondura y está planteada de un modo sugerente. Un breve ensayo a partir de estas preguntas habría estado muy bien. Pero el relato en sí es un tanto flojo, le falta conflicto, los personajes no están perfilados, etc., no llega a resultarle atractivo al lector, parece solo la excusa para mostrar que varias generaciones (con algunos miembros ya muy ancianos) conviven y no muestran signos de envejecimiento. Son las dos líneas finales, que funcionan de epílogo, las que resumen un relato que podría haber sido pero que queda escamoteado detrás de un diálogo demasiado insípido. Estaría bien darle una segunda oportunidad a la idea, que es muy buena, entregándose el autor al placer de contar.

6º premio: Naka, Punto

El diálogo está bien, pero el relato en su conjunto está demasiado desdibujado. Que sea breve o que quiera ser una alegoría no es un problema, pero le falta todo el armazón para funcionar como historia. Aunque se busque ese efecto difuso, es importante que el lector pueda apoyarse sobre algo, sobre todo si el autor busca una finalidad moral sobre la importancia de cuidar el planeta.


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