Uno más de tantos.

Por cuántos seres humanos daríamos la vida, si cada quien es un tiempo limitado, una lucha por consagrarse a sí mismo. Hoy por ejemplo es un día cualquiera ubicado en una fecha específica del calendario, con anuncios televisivos, borrachos que sufren su resaca, periódico y café en la esquina, desorden en el cuarto, fútbol, chistes, charlas; avisos insospechados del tiempo queriendo eternizarse en cada acto humano y así mismo en cada acto natural que brinde movimiento y vida. Deben quedar algunos pensamientos en la memoria jugando a ser recuerdos, queriendo conseguir el olvido, ahí existe algo eterno.

Pocos han sabido como iluminar al instinto y caminar a causa de la voluntad, demasiados en cambio viven sin saberse vivos; los impulsos les gobiernan, todos van al mismo sitio para hacer lo mismo, se gasta la vida. El motivo entonces de éste texto es todo eso que se narra y también lo mucho que se calla aún queriendo involucrarle en medio de las letras. Sigue siendo un texto indiferente, leído acaso por unos cuantos con detenimiento, sigue siendo un texto entre los muchos que han de conseguir vitorias silenciosas para sabios. Las cabezas que por sobre las cabezas dan los códigos, el misterio de la vida puesto en síntomas de arte, en las palabras desgastadas y reutilizadas que escribe un proletario. Buena estancia en ésta tierra le deseo a quien leer mis textos puede y además le encuentra gusto, de mi parte estoy seguro vivir tranquilo y saber que el tiempo aunque intangible, suele materializar los sueños.

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