Me eligió a mi.!

¿Qué tienes ahí?, porque me ha costado saber que hay en tu contenido, de seguro tienes algo que a mi vida le ha hecho falta, hoy he decidido no dejarte de lado, ven aquí, tienes a una mujer que quiere aprender algo de la vida a través de los ojos de alguien más.

Así empecé a leer «Los ojos de mi princesa», con la expectativa de hallar una novela romántica, de una chica enamorada, situaciones en las que uno puede volver a creer en el amor, y tantas cosas que se vienen a la memoria cuando recuerdas a tu primer amor, aquel que es bautizado así, porque hicimos cosas que al ser recordadas te sacan una sonrisa o la expresión de «¡Vaya!, yo sí que estaba demente».

Tantas expectativas que a la final, no solo se cumplieron de hecho fueron superadas, porque me hicieron ver el amor a través de un hombre, aquel que tiene la intención de demostrar amor de forma desinteresada, conservando los principios de su casa y por mas mala situación que haya atravesado su amada, este muchacho nunca la recordó así, y más que nada, hay un relato muy exacto de lo que es un amor no correspondido, interesante a millón el libro desde luego, porque cuando se escribe se decide lo que se quiere contar a los demás, y en esta ocasión el muchacho cambio el final, teniendo así dos libros en uno solo, por un lado el libro termina con la pura realidad y por otro hay un final que solo uno al estar enamorado modifica, haciendo alucinante el dicho: «el amor es ciego».

Como nunca antes, este libro, me mantuvo a la espera de leer un nuevo capítulo y saber que pasaba, en tantas ocasiones bien identificada con todo lo que sucedía y en otras eufórica por la impotencia del sufrimiento del muchacho, y ahora que lo pienso, tuve este sentimiento porque sentí haber reencarnado en el personaje principal, y desde ahí formularme muchas preguntas, que luego el tiempo me dio la respuesta.

Lo más interesante de este libro fue que el muchacho escribía un diario, que a la final se convirtió en un libro, luego de haber tenido presente lo que se abuelo le decía: si quieres ser un escritor, deberás leer 2 horas diarias y escribir todos los días, sobre lo que tú quieras, y solo así al final sería más fácil encontrar el título del libro que desee publicar.

Entonces ahí supe que a un libro no lo elegimos nosotros, al contrario ellos nos eligen, con la finalidad de mostrarnos en unas líneas aquello de lo que le hablamos al universo. Así fue que por marzo del 2020, me decidí a buscar un lugar, donde se pueda escribir lo que pensaba, una experiencia que hasta el día de hoy, me ha sacado lágrimas, por las historias que me han contado al querer escribir la biografía no autorizada de un amigo, valorar más a mi madre cuando me dispuse a preguntar qué significaba una madre en la vida de mis amigos, y desde luego entendí que siempre nosotros con los demás seremos lo que llevamos por dentro, porque desde lo que ha sido mi vida pude emitir un consejo, que mientras lo escribía, sentía que a mí también me hacía falta aplicarlo en la vida, ¿Y si fueses un mueble?, esa historia sin duda la recuerdo mucho.

Un sin fin de carcajadas, cuando compartí la publicación «X en el calendario», y uno de mis lectores quería que cambiara el nombre de los personajes y luego el orgullo de la realización plena en algo me invadía por completo, resulta que esta publicación es la primera que envié a concursar, y aun no obteniendo el primer lugar, me llene de mucha ilusión al recibir comentarios de otras personas que reconocían mi intención de escribir y con consejos me hacían dar cuenta que tengo un don que aún debe ser pulido.

Y para terminar, es imposible no contarles, de la vez que viajaba en autobús, toda desinteresada de lo que pasaba a mi alrededor, porque tenía prueba de Física, de hecho ya iba algo tarde a la universidad pero en medio de todo eso, un joven de vestidura algo rara de apreciar pero muy propia de su país de origen, trato de venderme un libro, y fue lo típico a mi parecer, decir de que trataba, su precio desde luego y hacer más énfasis en su título. «El Karma & Darma», pusieron un sin fin de ejemplos y fue ahí cuando logro llamar mi intención, ya no tenía nada bueno por leer en mi casa y como mi inversión era $1,00 decidí adquirirlo, no me sorprendió recibir el libro, si no las palabras que me emitió el joven cuando se acercó a cobrarme el dinero.

-Él: veo que te ha interesado el libro, desde luego ha caído en buenas manos.

– Yo: algo avergonzada por el comentario sonreí y entregue el dinero, para recibir el libro.

-Él: por el brillo de tus ojos, entiendo que tienes mucho que contarle al mundo, escribir sería la mejor forma de hacerlo, no lo dudes yo confió que con el pasar del tiempo lo harás y recordaras este día.

-Yo: bueno, no se a que vaya todo esto, pero muchas gracias lo tomare en cuenta.

-Él: yo sé lo que te digo, cuando escribas recordaras que ya había alguien que sabía lo que harías.

Me pareció algo raro, que hasta la señora que compartía asiento conmigo, le hecho una mirada incrédula al joven, y luego voltio a verme para sonreír, el joven no estaba equivocado, ahora lo estoy haciendo, no se si bien o mal, pero mi propósito principal es hacer que mis lectores disfruten de lo que hago, y sonrían, lloren, se empoderen de sus vidas, tengas ganas de conquistar el mundo realizando las cosas con pasión y algún día recuerden lo que yo escribí, y no den por perdido el tiempo que invirtieron al leerme.