Triste sentencia 
A llegado el último suspiro,
El alma, que volando se marcha
Pero aún siento que vivo.
Vuelvo a ser completamente natural
Y parte mística de la naturaleza;
Recordando los tristes momentos finales,
Años de soledad,
Días interminables,
Amigo del aire y de la incondicional silla de ruedas
Con la que hice un pacto,
Más fuerte que el matrimonio,
Que realmente es estar juntos para siempre.
Desde mi otro punto ya
Los veo de uno en uno llegar,
Llorar tan fuerte e incontrolado,
Todos desesperados
Recordando que hace dias
Hubiesen llegado igual que hoy
Y un trago nos podríamos haber servido,
Pero su tiempo fue más valioso que no coincidió con mi destino.
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