Poesía Filosófica. IV

Poesía Filosófica. IV

Poeta Filósofo.

08/02/2020

Cuarta recopilación de poesía filosófica.

RESINTO PARA MI CORAZÓN.

Qué culpa tiene la piedra que cada vez me hace tropezar cuando busco mi felicidad que me dará tu amor.
Qué culpa tiene mis pies al dejarse llevar por el enredo de mi torpe corazón qué en su búsqueda de protección y atención no logra ver una mejor opción que tener tú calor.
Qué culpa tiene la torpeza de mi corazón obsesionado que sin remedio late y me atormenta cada día que te ve en manos del mejor postor.
Que culpa tienen mis obsesiones ya que si no logro sentir que soy feliz, como hago para aferrarme a otra cosa qué lograr alcanzar la meta de hospedarme en tu corazón.

SIN ESTACIONES COMO EL VIENTO.

En mi primavera aún recuerdo tu presencia.
En el otoño te sigo extrañando sin manera, ni gloria de consolar a mi paciencia.
En el verano inminente de mi deseo de tenerte me domina como aquella noche calurosa que en mi desesperación recorría cada espacio de tú cuerpo ardiente.
Y en este invierno tan potente la desesperación de mi corazón me hacen perder la calma, si escucharas sus latidos que me causan dolor.
En tú primavera recuerdas que ya soy parte del pasado, pisado y marginado.
En otoño me odias en contra-parte con la misma fuerza como yo te sigo amando.
En verano estás en compañía de aquel por el cual te divierte más que yo y, te ríes cuando el té acaricia, ya qué de otra forma yo lo hacía.
Y en invierno cuando estoy congelado por mi sufrido corazón tú planeas una nueva traición.

EL PRECIO DE OLVIDARTE.

Cuanto debería pagarle a mi Dios para que arranque de mi pecho este ardor que en mi agonía ya no transita un nuevo amor en mi corazón.
Cuantos más días debo soportar que en mi lecho de muerte las flores de tú nuevo jardín den sus mejores colores.
Cuanto debo resistir éstas heridas que dejaron tus mentiras disfrazadas de plantas con espinas, el estramonio de tu corazón envenena mi pasión por la vida y la herida de tu adiós no me enseña como hacer para vivir con tu partida.
Cuando será el instante que llegara a tu juicio el castigo divino qué seas tú quien me ame cuando este amor muerto estará para mi solución.


KILÓMETROS DE AMOR.

Cada noche junto a cada día mis instantes sin tus manías me hacen recorrer cada tranvía para encontrar esa satisfacción cuando consigo enamorarte una vez más.
Como refrigerio incalculable de valor monetario, por este mi viaje incesante de renovar cada vez nuestro amor sincero, dame tú calor apasionado en mis noches frías que como tú no hay otra igual que me dé el valor de volar con mis alas heridas.

VERDUGO NO SUPLICA CLEMENCIA.

Por esperar que el tiempo sane mis heridas que eh sufrido por el amor equivocado, otra cicatriz se abre paso con reproche y con dolor sellando a mi mortal corazón sin medidas y sin el derecho de pedir clemencia.
De una manera infructuosa admito mi única razón de no cubrir de concreto a mi orgulloso corazón.

CENIZAS DE MIS RECUERDOS.

Al fuego arrojo aquellos recuerdos que me hacen extrañarte cuando mi soledad que digo yo que es mía me hace sentir un frió que abruma a mi alma, pensando que eso espantará al espectro de mi agonizante conciencia y sin nada de piedad, las cenizas de mis fracasos me dictan con burla que no te podré olvidar.
Desesperado mi corazón me da la tinta con cual escribo con agonía que aun te amo, como hago para que este amor lo pueda querer otra.

LA ESPIGA DEL AMOR.

Sembraré a partir de este instante cada una de las lágrimas que de mi corazón brota con esa misma sensación que se siente al desangrarse por un amor que cada vez se hace más caro y más inaccesible.
Espero que al llegar el momento de espigar a mi llanto pueda yo comerciar este corazón que estará barato.

CADUCADO.

Me dicen ciego por no ver que amarte no es el negocio que a ti más te convenga.
Me hago el sordo para no escuchar la voz de la razón que me aconseja qué eso no debe ser razón ni motivación para llenarme de rencores por mi frustración.
Me deja mudo la culpa y en silencio me oculto entre la sombra de tú ausencia, sin palabras con que implorarte qué hagamos un mejor trato.

DESVELO SIN CONSUELO.

Desde mis entrañas saco todos los días esa fuerza que me hace amarte y desearte sin perder el tiempo, ni el momento, siempre busco la manera de expresarte que no hay modo, ni cadenas que aten este sentimiento de querer estar junto a ti muy cerca y darte éste mi corazón que por ti es que se desvela.

ESTRELLA OSCURA.

Cantemos alma mía con euforia y dejemos que nos guié por la melodía que nos inspira esta soledad que nos arropa ésta noche tan oscura.
Se me ha ocurrido escribir una canción que me la dicta el corazón agobiado por tanta decepción y humillación que derrocha el amor ciego por la mujer qué ni siquiera acepta que existimos.
Mírame como miras las estrellas aunque sabes que nunca podrás llegar a ella, pasaran millones de años luz, esa misma luz que le falta a mi ilusión de tener tu atención.
Yo siempre te miro pasar con tu belleza que cada vez me vuelve más y más loco por ti, pero loco por qué no tengo un espacio en tu corazón tan ocupado de desprecio que no me deja ocupar tu habitación.
Mírame como miras aquellas tus metas inalcanzables, que en tus frustraciones no detallas que junto a mi podrás compartir esos temores que te hacen ignorarme.
Mírame, mírame que si tú no me miras jamas podre existir.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS