Bajo cinco metros
Ausente de mi futuro mi pasado miro
con estas cuencas vacías de luz,
donde en fría fosa mi larva en limo
torna y revuelve mi ósea cruz.
Ausente de mi espacio mi nada palpo
con mi osamenta porfiando, ¡no hay mus!
Mi aliento importuna roturando al barro,
escabullendo su efluvio por vano arcaduz.
Ausente de mi razón mi verdad desoigo
con derruidos pabellones sufriendo repelús.
De igual forma, la verdad se basta abarcando
la voz del sepulturero profiriendo un cuz.
Ausente de mi sosiego mi ruina husmeo
con sangrantes esfenoides disueltos en pus.
He aquí mi gran gimoteo, el encause de mi derrotero
al acabose de una plañidera vida marfuz.
Ausente de mi deseo mis mortajas saboreo
con desdibujadas líneas remedando un buz.
Yo juraba que este era el fin del entierro,
mas aquí espero y espero añejando orozuz.
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