«CANTO A LA CONCORDIA»

La risa

en los labios de un niño.

El canto matinal

de la Alondra.

El murmullo de las olas

en su vaivén natural.

La caricia de la brisa

a la orilla del mar.

Son, las pequeñas

y grandes cosas

que mitigan mi pesar.

Y, miro al Cielo

pidiendo respuestas

a tanta malignidad,

en esta ciudadanía

tan falta de humanidad.

Cementerio absurdo

en el Mediterráneo,

inquietud, miedo, inseguridad,

son el día a día

de nuestro triste caminar.

Nuestras mujeres, víctimas

nuestros niños, sin pan,

y, en la paradoja de la viva…

mi corazón no vislumbra

que esto tenga un buen final.

«muero por que no muero»


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