Ojala te hubieras equivocado

Ojala aquella mañana de verano, hubiera tenido un gran accidente antes de llegar a ese lugar, ojala aquel día hubiera tenido una fuerte infección estomacal que no me permitiera salir de mi habitación, ojala aquel lejano Julio la lluvia hubiera sido tan fuerte que inundara mi casa y perdiese mis pocas pertenencias.

Ojala, al verme hubieras sido la misma joven tímida, la que se limita a asentir ante cualquier cuestionamiento, la que agacha la cabeza por vergüenza ante una inminente discusión, la que calla en soledad pero renace ante sus amistades.

Ojala pequeña que ese día te hubieras limitado a acompañarme únicamente para no sentirte sola, que jamás hubieras hablado con tu delicada voz, que tus ojos nunca se hubieran topado con los míos, que tus labios hubiesen permanecido alejados.

Ojala que te hubieras equivocado, que no hubieras aceptado mi proposición, que no hubieras endulzado este amargo café, que no hubieras estimulado mi gélido corazón, que no hubieras derribado el muro que existía entre nosotros.

Ojala te hubieras equivocado puesto que hoy me causas un inmenso dolor, caminas alegremente pensando en el daño que causaste a mi corazón, sonríes inconscientemente recordando lo que pasamos juntos, revives tus fantasías a la luz de la luna con una mejor compañía.

Ojala te hubieras equivocado esa tarde de julio, cuando el sol nos miraba radiante y tus hermosos ojos se cerraban mientras acercabas tus labios callando mis palabras, creando una nueva ilusión, un nuevo mundo, haciendo realidad mi más preciado sueño. Quien iba a pensar que al final de todo, fue el plan perfecto para deshacerte de mi, de enterrar lo poco que quedaba, de saciar tu sed de caricias, tu espacio vacío.

Ojala te hubieras equivocado, así no hubieran aparecido estas lágrimas, así no existiría este escrito.