El día que nunca fue y el que nunca llegará

El día que nunca fue y el que nunca llegará

√Alegoricamente

15/06/2019

Hace 6 años de lo que fue todo esto, pero el recuerdo sigue latente aquí en el presente…

Una conversación bajo aquella fuente en un día entre miércoles y viernes, era tu mayor anhelo, pero fue una escena totalmente distinta a esa.

He programado en mi mente mil veces más una, aquella escena y confieso que fue un gran error no considerar aquella oportunidad que tu corazón me pedía a gritos.

Estoy consciente de que ese día no fue y nunca llegará, muchas veces he escuchado que el tiempo sana las heridas pero déjenme decirle que muchas veces, no es así.

En el pasado tuve varías noches en vela, mientras poco a poco mis fantasmas del ayer salían a revivir el grave error de no resolver lo que pasó con cabeza fría.

Innumerables veces en que a través de mis sueños te manifestabas como si no hubiese ocurrido nada, pero cada mañana al despertar era otra realidad.

Si pudiera retroceder el tiempo y cambiar mi pasado, aceptando aquella propuesta de vernos aquel jueves en la vieja fuente, lo aceptaría sin duda alguna. Si pudiera recrear aquel momento sería de la siguiente manera…

Se abre la rejilla que da paso al camino que se traza hasta la fuente, desde lejos puedo ver tu silueta sentada allí, esperando que llegue hasta tu lugar.

Voy dando pasos marcando rumbo, aunque en verdad cada paso se vuelve cada vez más costoso que el anterior.

Al estar cada vez más cerca, puedo ver que llevas puesta tu camisa de finos cuadros, que se diferencian por el color amarillo del blanco. Tus manos sobre el pantalón negro característico que tanto te agrada usar. Llevas tu cabellera suelta, mientras el viento acaricia tu rostro con suavidad.

Finalmente llego hasta donde tú estas, levanto mi mano abierta mostrando un símbolo de paz y a la vez de que solo escuches lo que voy a decir.

Tú, sigues allí con esa mirada indiferente con la que me has visto durante todos estos años y yo sé muy bien que ya no existe forma de cambiarla.

Levanto la frente en alto y empiezo a hablar: — Nuevamente llega Marzo, para nosotros siempre fue un mes significativo ya que era el mes de nuestro aniversario, de tu cumpleaños y cuando definitivamente…terminamos— mencionaba la última palabra mientras a la vez temblaba.

— Tenías razón, aquel hombre no era yo y por eso hoy vengo a pedirte perdón — Ella mantenía su mirada fija en mis ojos, sin mencionar siquiera una palabra.

—Perdón por el tono de voz fuerte, que claramente se sentía mientras fundía mis dedos sobre aquel teclado. Por haberte aniquilado la razón, acribillar tu corazón, deshacer nuestros sueños y olvidar aquella promesa “de aquella vez”. —

Mientras yo pensaba que era una relación totalmente normal, para ti era la relación perfecta porque verdaderamente era lo que deseabas desde hace muchos años.

Luego de todo este tiempo, ahora me doy cuenta más tarde que temprano que fuiste la única mujer que me amo inefablemente y que claramente dejo una huella en mi interior.

Restituiste tu vida y yo la mía, me da gusto saber que estas en un lugar mejor ya que los años te compensaron con mayor felicidad. Sigue siendo feliz con quién tú quieras, por favor.

Forzar una relación en estos momento, sin duda alguna sería algo que ninguno de los dos estaría de acuerdo ni mucho menos satisfecho.

Nunca olvidaré tu voz, tu cara y tus ojos en ese momento suplicando piedad, de una vez y por todas:

— “Perdóname, ya” —

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