La Ultima Carta.

11:11 En serio… quiero que vuelvas?

Sé qué escribirte será en balde, ¿Por qué?… porque sé que no te llegará esta carta al lugar donde sea que estés, aunque ponga dirección y remitente, no la leerás porque mis escritos ya no son dignos para tus ojos, porque mis palabras yacen vacías para tu corazón… porque soy tiempo pasado en la línea de tu vida.

Escribo esta última carta, porque siempre me pregunto, ¿si quiero que vuelvas?, ¿si quiero volver?, si estamos dispuestos a hablarnos con cordialidad, sin sacarnos los demonios del pasado. Seque serán palabras vacías, aunque solo vayan de entrada por salida, Te conozco y sé que si no te importa algo no retienes nada, no te entra nada y no te marcan mis palabras, como en su día lo hicieron, como esa primera vez… ¿Qué es un suspiro?.. Lo recuerdas, fueron mis palabras.

No debería de escribirte, ya lo he hecho muchas veces… por recomendación de mi Doctor, escribe lo que sientas, quémalo y al final recitas “Te Libero” y ¿sabes qué?No funciona… Esta porquería no funciona, eso me da decepción y a la vez me siento estafada.

No te escribo con la intención, de que reavivemos “la llama del amor” que hace tiempo se convirtió en cenizas, ni para hablar del pasado y que la nostalgia nos gane y terminemos soltando verdades que no queremos aceptar, o secretos que jamás confesamos o confesaríamos, regresándonos años atrás, cuando todo estaba por empezar. Realmente, si hubiese sabido en ese mismo momento lo que pasaría en el futuro con nosotros, hubiera dicho que no, que esperáramos más tiempo, y evitarnos todo ese dolor, supongo que seguiríamos juntos. Pero cariño, no lo sabíamos, las máquinas del tiempo solo son ficción. Tal vez si hubiéramos visto nuestros errores antes y nos hubiéramos esmerado por arreglar lo que nos alejaba en vez de acercarnos, pero él hubiera no existe y si existe es “pasado ya”. No se vale arrepentirnos, aunque solo lo diga para mí, tampoco se vale olvidarnos aunque también lo diga solo por mí. Aun recuerdo tus últimas palabras y mi intento de detenerte, que fue en vano porque mis palabras se quedaron estancadas en mi garganta, y tus últimas palabras esfumaron mi esperanza, pero por algo fue ¿no?