Las nubes como fondo, la luz me sega, y tu; allí dedicando dulces palabras, cautivando mi alma, pero dime; de verdad estas aquí, dejo todo atrás corro te abrazo oh cuanto anhelaban mis brazos rodearte,

Hoy contando con el veredicto el juez quien ha prescrito 24 horas de vida y salida de esta cárcel, tomo aire intentando mantener la compostura que me caracteriza aun no lo asimilo, pero por fin podría morir superaría el drama de tenerte en mí, la agonía que he sufrido sin verte con una palabra se acabaría y por fin a tus brazos mi alma correría, esta vida la cual no amo ha empezado a tomar contraste suelto una carcajada rio al pensar lo irónico que esto suena.

Visito el departamento en el cual vivimos y para mi sorpresa este se halla vacío atravez de la ventana una habitación blanca, gélida amarga la cual me golpea echándome en cara que el tiempo corre sin dignidad ni consideración.

Doy una última vuelta por la ciudad esa fría y solitaria ciudad la cual amabas apretó el papel y el lápiz escribo mis últimos poemas, imaginando que haría que diría al verte eres eso que quiero y no puedo tener.

Visito los lugares que recuerdos nostálgicos y dulces me brindan mientras un estado de apacibilidad me guarda, la vida cruel pesadilla que tanto he odiado de pronto me parece tan solo una prueba, una historia que por mi recorre, pero es eso cierto; que hago si lo bueno no me interesa y lo malo penetra en mi cabeza mientras se queda a pasear por mi odio interno.

Pero el vacío que dejaste al marchar punza mi alma y solo puedo pensar en la alegría la espera por verte, creo que por fin amo la vida las horas que corren en mi reloj de pulso.

El viento salvaje corre vuelan entonces las páginas del libro el cual he llenado de hermosos poemas, tibia caminata cumbre de mi vida último aliento, faltan tan solo un par de horas.

Es entonces cuando sin querer me quiebro me doy cuenta de algo esencial lo amaba todo a pesar de la vida que he llevado a cuestas, porque respire alegría y el encanto de su voz.

Deje de lado el odio que le tengo a los sueños que el tiempo en ruidosas cascadas se ha llevado y solo aquí en un parque me perdí en su cielo recordando las noches en que mis plegarias eran tan solo morir, desee volver a entonces, pero algo no me dejaba frente a mi ahí sin preguntar tú te hallabas, corro a ti te abrazo después de todo este último instante fue el mas dorado.

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