borrador

tenemos tanta necesidad de la ficción como de la realidad

las más bellas historias de amor son las incompletas

“salvar un momento del río que nos lleva”

chispazos:

* de niños es lo que nos pasa: lloramos y lloramos, dispuestos a seguir así hasta que el cuerpo se deshaga, convencidos de que es la única actitud posible que hará realidad lo que queremos.

* se abre el ascensor y mágicamente, aparece una abuelita con una sonrisa luminosa, más grande que ella misma ¿y que? no debe ser de mi mundo y el ascensor se cierra y baja con la ancianita agitando la mano.

* sentada en el suelo la criatura, la madre no hace nada, porque ya no es la fluente de sus milagros, parece mentira que una cosa tan pequeña, el pañal abultado, los leotardos blancos, la faldita plisada, de adorno, pueda hacer un ruido semejante a una locomotora chocando con otra locomotora, de frente.

creo en el débil hermoso.

creo en la virtud de la violencia.

creo en el deber de lo imposible.

creo en la necesidad de lo prohibido.

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Un café, un café con leche

en un Café perdido.

Y te deseo aquí sentada.

Te hecho de menos

Se que no eres nadie,

Se que no eres nadie

no estás aquí mirando

y estoy rodeado de abuelitas.

He conseguido sentarme en un sitio tranquilo

para sacar el periódico

y hacer como que leo.

Yo que voy vestido con corbata

y dejo descansar la chaqueta sobre de mis piernas.

Yo que oigo el hilo musical

que lo envuelve todo suavemente

Canciones próximas (ahora el Gato Pérez)

como la canción de verte esta mañana.

De no verte, de no existes,

de ir hacia un lugar, dirigirse a alguna parte,

de buscar un sitio que me guste

y de llegar a descansar unos minutos.

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Sidharta

Herman Hesse

Sidharta es hijo de un brahamán y crece junto a su amigo Govinda, también hijo de un brahamán.

Ambos estudian para ser brahamanes y pronto Sidharta destaca entre los demás. El era la alegría de todo el mundo, en cambio no hallaba placer ni alegría ninguna en si mismo, el alma constantemente agitada.

Consideraba que sus maestros le habían aportado gran parte de sus conocimientos y el aun se sentía insatisfecho.

Entonces decide marcharse con los samana, los ascetas de las montañas.

El padre no aprueba esta decisión y Sidharta permanece en pie toda la noche esperando la bendición del padre quien tras una noche de insomnio la aprueba.

La conversación entre Sidharta y su padre:

— Me quedare en pie esperando.

— Te cansaras, Sidharta.

— Me cansare.

— Te quedaras dormido, Sidharta.

— No me quedare dormido.

— Te moriras, Sidharta.

— Me moriré.

Al anochecer de ese mismo día Sidharta y Govinda fueron aceptados por los samanas.

Le esperaban ayunos y meditaciones y una visión muy amarga del mundo material. Pero aquella vida no le satisface y un día llegan noticias de un nuevo maestro al que llaman el buda, el que ha completado la rueda de las reencarnaciones. El llamado Gotama, el Sublime en la ciudad de Savathi, en el bosquecillo de Jetavana acepta a Sidharta y a Gotama como discípulos.

Pero Sidharta habla con Gotama y le expresa su decisión de no seguir mas a ningún maestro ni ninguna doctrina, sino partir a encontrar el su propia vía.

Así que se despide de Govinda y parte sin rumbo fijo.

Sidharta siente una punzada de deseo de volver a casa de su padre, pero pronto desecha tal idea.

En su camino Sidharta encuentra a un barquero que le cuza el rio sin cobrarle y le despide diciéndole que como el rio vuelve, ellos volverán a verse.

Al entrar en una aldea Sidharta encuentra a una joven que esta lavando la ropa y se le insinúa pero el se resiste, el que nunca había tocado a una mujer.

Ya en la ciudad, entabla amistad con una bella concubina llamada Kamala.

Decidido a convertirse en su amante se corta el pelo y se afeita presentándose de nuevo ante ella y diciéndola sin ambages que quiere aprender de ella el arte de amar.

Kamala le exhorta a que vuelva cuando tenga ropa, calzado y dinero. De vuelta, al enterarse de que Sidharta sabe leer y escribir le propone presentarle a un rico comerciante llamado Kamaswami, al servicio del cual entra Sidharta.

Pasan los meses y Sidharta aprende el arte del mercader sin ninguna dificultad y se la pasa actuando despreocupadamente en los negocios que Kamaswami le confía.

El opina que esta viviendo entre los hombres-niño.

Pasan muchos años y Sidharta es ya dueño de una casa con su servidumbre y un pequeño jardín, pero Sidharta pronto se cansa de esta vida ociosa que cada vez le astia más y le separa irrevocablemente de sus orígenes. Así que lo abandona todo.

Andando sin rumbo llega finalmente a un rio ante el cual, desesperado, planea quitarse la vida.

Allí en el rio de encuentra a su antiguo amigo el barquero Vasudeva con el que se queda a vivir y a aprender las lecciones que emanan del rio.

Gotama ,el buda, muere y Kamala parte en peregrinación con su hijo Sidharta, pero ella muere de una picadura de serpiente, ella y el niño llegan hasta la cabaña del barquero.

El niño pronto se rebela arisco a cuanto le rodea, a sus 11 años es un señorito malacostumbrado a los lujos y a los mimos y a Sidharta le resulta imposible conectar con el.

Un día el niño se fuga y Sidharta lo sigue hasta las mismas puertas de la ciudad, pero se da cuenta de que no tiene nada que hacer.

Sidharta había perdido a su hijo y cada vez que trasportaba en su barca a un niño se acordaba con dolor de el. Ya eran suyos los sentimientos y emociones de los hombres-niños.

Viendo el reflejo de su rostro en las aguas del rio le parece ver el de su padre y reflexiona sobre como el se marcho de casa y desiste de volver en busca de su hijo.

Vasudeva el barquero le insta a que vuelva a escuchar la voz del rio y Sidharta tiene una visión del universo en perfecta armonía, con su bien y su mal.

Entonces Vsudeva le dice que debe partir a los bosques a ser uno con la Unidad.

Govinda, el amigo de la infancia de Sidharta oye hablar de un extraño barquero a quien todos consideraban como un sabio y parte a conocerlo.

Sidharta le revela que a fuerza de buscar ya no encuentra y que debe estar abierto a todo. Le enseña a amar incluso a las piedras.

Cuando se ivan a despedir Sidharta le pide a Govinda que le bese en la frente y este es presa de la iluminación.

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— no es cómo eres, sino cómo vas por la calle.

— la gente que no tiene sentido del humor no tiene sentido del amar.

## esos pajaritos negros que se posan en la palmera uno detrás del otro ¿serán amigos o serán pareja.

“ a ver si me arreglo el cuello y puedo mirar a las tías que pasan por mi espalda!

– me encanta la lluvia y es mucho mejor cuando se va todo el mundo de las mesas de las terrazas.

lo malo de tener las cuerdas por fuera de la fachada, es que quedas muy en evidencia. Se ve que el chaval el 5º del edificio de enfrente del bar, tendió las zapatillas anudándolas a la cuerda y ahora que llueve ya, no lo sabe deshacer y se vuelve él a meter para dentro.

“

Primera vez

en mis 60 años

-azarosos-

y al llegar

comprendo

que el tiempo de las palabras

Ha acabado

“.

Blanco se hizo todo blanco

Muerte y descabello

el hombre hace la vida a la medida del hombre

¿acaso es eso que el hombre ha inventado la vida?

“soy un bufón errante

buscando una princesa”.

«cuando la gente te sonríe, tu ego se sostiene».

/abril 018:

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Jun 018.

Nos pasa a los que andamos solos,

que el q no habla solo, piensa solo.

lo q + m saca de quicio de la gente,

es q me recuerdan q soy uno de ellos.

Apuntes en el móvil.

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