Presente convertido en pasado.

Creer en el olvido, es caer en el error de no entender que para olvidar no existe ninguna fórmula secreta.

La mente es tan poderosa que cualquier detalle insignificante puede hacer que todo aquello que dejaste en el aire reaparezca.

Continuas caminando sin mirar atrás, obviando todo aquello que llegaste a sentir, aquello que por un momento en tu vida te apasionó.

Y cuando todo aparece, cuando vuelves a revivir ese olor, ese tacto, esa sensación de estar en lo más alto, no sabes como gestionarlo porque creías que ya estaba olvidado.

Es más difícil desprenderse de los buenos recuerdos que de los malos.

Porque a pesar de todo, es bonito recordar a aquellos que nos dejan huella.

Como si de una película se tratara, aparecen secuenciadas todas esas escenas provocando un torbellino de emociones de las que pensabas que ya estaban «encerradas».

No hay que negar que nuestro corazón se va haciendo más sabio y procura estar en consonancia.

Pero es bonito recordar a aquellos que nos dejan huella.

Aparecer de nuevo ha removido parte de mis recuerdos.