Cuando tu no estas

Cuando vos no estas la habitación se vuelve un país nuevo, frío, vacío… Me revuelco en la cama y te busco entre las sabanas, no te puedo hallar, me siento y me peino el pelo con los dedos, pienso que volvió a pasar, miro al horizonte del armario, veo los trajes, imagino tus vestidos, tus tacones, tus peinetas y vos no estas. Me levanto de mi lecho, salgo del placar, me paro en la puerta y ante mi se erige un nuevo mundo inhóspito y desconocido y tu no estas, tus huellas dejaron atrás el aroma de tu perfume, de tus sonrisas. Voy a la cocina, una travesía, y tu no estas. Puedo mirar el espectro de tu sombra preparando el desayuno pero vos no estas, me sirvo una copa y con cada sorbo regresa a mi tu imagen, ¿a donde fuiste?, me prendo un habano de tus caricias y el humo caliente me recuerda a tu mirada tan dulce, tan tierna, neblina que a veces llueve y a veces pinta. Resiento tu voz; vos no estas… Levanto la mirada y veo el calendario, me doy cuenta de la cuenta regresiva que nos resta y recuerdo todo, ahora todo tiene sentido, faltan pocas semanas para que nunca te vayas, para ya no despertar con esta amnesia que me dice que mi propia carne esta a unas semanas de quedarse a vivir conmigo. Cuando no estas esta es la rutina de todos los días, siempre estoy esperando que vuelvas y jamas tener que despedirme te vos. Vísperas de resplandores.

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