Filosofía se abre a la vida a través de nuestras propias y conjuntas almas, no hay un yo sin ti, ni un tú sin mí, no forma parte de una decisión, sino de un pensamiento bien fundamentado, una realidad inexpresiva con palabras o pensamientos, sentimientos clavados bajo tú piel, un resquicio de pureza o un mínimo de franqueza, ser puro al sentir cada palabra, cada paso.

Ayudo al que se siente en peligro, sin necesidad de pedir nada a cambio, su sonrisa te da esa respuesta que tanto deseabas, una leve caricia o un nacimiento, algo que nos remueva por dentro, esa es la real filosofía, ¡eso es vida!, una lágrima en el desierto, un vacío frío en una despedida a la guerra, lástima por aquellos que no quisieron o que no pudieron, ¡aprovechemos el momento si lo tenemos!.
– Dame tus manos, mí calor arropará esos nervios por tus ciertas circunstancias; así deberíamos de ser todos los seres de nuestro planeta, para eso nacimos, para avisar a todos de esos pensamientos, mal infundados.
¡Gracias a la vida por darme está gran filosofía!.
Me alegra saber que tengo mente propia y el amor en mí no se agota, es el motor de mí vida. ¿Si en tú alma no hay amor?, ni el mejor de los millones te hará feliz, tú filosofía no es la mía y es una mierda.
¡Lo simple que es la vida!
Miro al cielo cada día y pienso,
¿valorarán el aire que respiramos?
¿cada olor?, ¿o las flores de al rededor?.
– Valora todo, hasta lo que pisas, esa es mí verdadera filosofía.

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