Cuando asome los ojos al precipicio
y decida mirar atrás…
antes de que el empuje me recuerde el final del camino.
Cuando mis poemas no sean suficientes
para cargar los sentimientos
que tiemblan sobre mi espalda.
Cuando el pasado se detenga frente a mí
y me enseñe las piedras que aplane en el recorrido
de tanto tropezar.
En ese instante lleno de objetivos incumplidos
y de esperanzas muertas,
solo espero ser raíz para lo que llamamos futuro.
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