No pierdas el ritmo,
abraza su pulso,
camina despacio,
sigue su impulso.
Cuando la nota vacila,
se rompe, renace,
la métrica juega
en giros fugaces.
Intuye el acento,
respira su clave;
ajusta el oído,
despliega el compás.
Deja atrás las melodías cansadas,
las que duermen sin fuerza, sin alma;
no buscan tus manos,
ni vibran contigo,
su peso se apaga, su tono es olvido.
Fluye en arpegios,
persigue el latido,
regresa a la base,
descubre el sentido.
Y si el acorde se corta,
hazlo vibrar sin piedad;
construye paisajes
que sepan sonar.
Detente, transforma,
relanza, conecta;
que el ritmo se crea
cuando lo interpretas.
@Dcadenciarota
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