Antes en el siglo XIX si un hombre estaba soltero no pasaba nada o simplemente las damas buscaban emparejarlo. En cambio, si una mujer estaba soltera se decía que era deshonra a la familia y desesperadamente buscaban con quién emparejarla, así fuera con un hombre de avanzada edad que tuviera dinero.

Antes se decía que la mujer tenía que hacer las labores del hogar, pero no podían conseguir un empleo simplemente por el hecho de ser mujer. En cambio, el hombre tenía un empleo estable, en el hogar llevaba las cuentas y, no ayudaba en los quehaceres diarios de la casa, él era la cabeza del hogar. 

La mujer no tenía derecho al voto, así que no tenía opinión, si a una mujer se le veía hablando muy fuerte o dando su opinión, se le veía de mala manera. El hombre en cambio, podía dar su voto, podía hablar de todos los temas que quisiera, podía vestir como quisiera, eso sí, si el hombre se le veía con otro hombre muy de cerca o que manifestara que era gay se consideraba una desgracia.

La mujer tenía que ser muy femenina, usar vestidos que cubriera todo hasta los tobillos, hablar bajo, caminar con clase, no reírse muy fuerte, ni tampoco interactuando con otro hombre que no fuera su prometido o su esposo.

El hombre tenía que ser masculino, hablar alto, podía reírse fuerte, y tal vez podía interactuar con una mujer que no fuera su prometida o su esposa, pero eso sí, si llegaban a ver al hombre muy afeminado lo castigaban severamente.

Se decía que el color azul es de niño y el rosado de niña, pero antes de eso a la mujer la representaba el color azul y a el hombre el rosado.

Ahora en el siglo XXI las cosas han cambiado radicalmente, si el hombre esta soltero no pasa nada, no tienen la necesidad de emparejarlo con nadie, al igual que una mujer, ahora no la obligan a casarse, ni atender lo quehaceres del hogar, hombre y mujer se dedican por igual a las tareas de hogar.

Ahora la mujer puede conseguir libremente un empleo, hasta el día de hoy el hombre no necesariamente es el único en llevar las cuentas, la mujer también puede hacerlo, y ahora la cabeza del hogar son los dos.

La mujer ya tiene derecho al voto, así que por consiguiente pude opinar lo que quiera, no importa si habla muy alto, aunque eso sí, hay lugares en los que hay que hablar bajito, y sí, ahora pueden vestirse como quieran, incluso con ropa de hombre. Ahora el hombre no es juzgado por ser gay, tal vez no la mayoría, alguna gente juzga sin pensar, pero ya no es tan mal visto como antes, ya es normal ver a una pareja de hombres o mujeres por la calle, existe la libertad de expresión. Ahora los colores no tienen importancia, ya el color no define un género.

Aunque algunas cosas hayan cambiado en el siglo XXI, no significa que todo sea perfecto. Por ejemplo: de a poco vamos mostrando que los modales se perdieron, una mujer a altas horas de la noche no puede andar sola por la calle por que la pueden violar, un hombre por el simple hecho de ser gay, bisexual o asexual, es constantemente juzgado, la mujer aunque es libre de usar la ropa que quiera es juzgada, por que si un día la violan lo primero que le preguntan es que llevaba puesto, que si estaba borracha, que si se le estaba insinuando a la persona, o que tal vez ella quería hacer algo con él pero luego se arrepintió y por eso lo iba a denunciar, todavía hay personas que lastiman a otras físicamente o emocionalmente, siendo constantemente manipulados, a veces cuando alguien pide ayuda por que se siente mal nadie le presta atención y por eso terminan siendo manipulados por falta de atención.

Así que por eso tal vez estamos igual o peor que en los anteriores siglos.

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