Alla los puentes que nunca alcanzamos, la quimera del amor inefable. La caricatura que vimos ayer y la sonrisa que la acompaña. Somos frágiles como una gota, pero tan fuertes como una bala. Pero a pesar el alma aunque venga de Dios se quiebra y bajamos la mirada como esperando un ángel que nos salve de la caída. Pero a pesar de todo sobre el lomo, nos cae una palmada y volvemos a nacer y seguimos adelante. 

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