Ya no quiero bailar al son que me dices; ya me cansé de ser la estrella de otros, de poner siempre una sonrisa en mi cara para dirigirme a ti, de ofrecerte mi ayuda, de darte mi tiempo dorado y no recibir nada a cambio; estoy agotada de hacer bien mi trabajo y no recibir el más mínimo agradecimiento; me cansé de brillar para iluminar otros caminos, mi luz se va empequeñeciendo con cada nueva acción que te regalo; me cansé de llenarte, te rebosé de todo mi amor y yo me quedé vacía, desnuda, hambrienta, exhausta; porque te puse a ti primero en todos mis intereses y me quité yo todo lo mío para ofrecértelo.

Pero quizás, el fallo que tanto me atormenta no esta en ti, si no en mí, pues tu sigues tu vida cada día de una forma normal, y yo soy quien me inquieto, yo soy quien tiembla de cólera, yo soy quien está perdida sin saber cual es su lugar, yo soy quien se siente vacía y oscura, quien lucha continuamente por cambiar las cosas y no acepta que las cosas son como tienen que ser, yo soy quien se frustra y atormenta con pensamientos que no me llevan a ningún buen lugar, pensamientos de plomo que me hacen cada vez más pesada y me transportan al fondo de la vida.

Pero tengo que salir de aquí, tengo que luchar, centrarme en mí; tengo que averiguar que estoy haciendo mal para haber llegado a esta situación tan desagradable; me debo volver a intentarlo, me debo volver a brillar, pues es para lo que estoy en este mundo, pues yo soy y seré siempre una estrella.

A todas las estrellas que una vez perdieron su luz, ¡encuéntrala de nuevo!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS