Y volverlo a repetir.

Por cobarde me escapé de ti.
Tu belleza impactó en mi.

Y en mi utoestima no me creí suficiente para hacerte feliz.
Tu carisma, bonitas fantasías en mi ser despertó y tuve miedo de volver a sentir.

Volver a sentir amor y disfrutar del fruto del deseo, con alguien así; a quien no quise lastimar.

Me quedé con la vida que vendría.
Mientras me tortura mi indecisión.
Aferrándome a promesas que no son para nada vacías.
Mientras me atrapa la frustración.
Porque no hice caso a la piel y al corazón.
Abriendo la puerta a la razón.
Y el deseo sólo quedo insatisfecho y en la imaginación.

Te conocí y querer tocarte fue mi ilusión, pero fue como intentar tocar con mis manos el sol.

Imposible de alcanzar, y solo, sólo me llegue a quemar, porque del deseo, sólo la ilusión me quedó. Aquí adentro con fantasías y remordimientos y fuego de pasión.

Por cobardía me negué a vivir.
Las sensaciones que me dijiste me harías sentir.

Por cobardía, mi corazón huele a hospital, porque no aprende a medirse al sentir o al amar.

Mil pedazos que duelen al sanar.

Y otra vez, lo escuché quebrarse al escapar, una idea tonta que martiriza y por olvidar.

Es que tuve miedo de vivir, enamorarme y disfrutar, mis prioridades tengo que saber ordenar, porque pueda que muera esperando un beso al final; del ángel que el deseo de mi piel, vino a alborotar.

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