Enorme eres, corazón,
pues todo el amor del mundo cabe en ti.

De igual modo eres generoso
y, en tu generosidad,
cuanto más amor das más amor te queda.

Con la misma medida se equipara tu hospitalidad,
pues, como el mejor anfitrión, albergas a cuantos necesitados soliciten tu amparo.

Inconmensurable es tu alianza con el perdón,
y no hay arrepentido que no se beneficie de tu tolerancia.

Ofreces una visión distinta,
pues dicen que se visualizan mejor las cosas con el corazón que con los ojos.

No existen razas para ti,
¡oh, corazón!,
amas sin medidas y sin exigentes condiciones.

Sabes, como nadie,
mantenerte ilusionado tras prolongadas esperas y gratificar a quien te hizo esperar.

Eres magia corazón,
en verdad lo eres.

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