Cap.19: Más Rápida que el Viento

Cap.19: Más Rápida que el Viento

Alberto S.Cazorro

15/06/2022

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ㄖ几ㄖ Ҝㄖ爪卂匚卄丨 (小野 小町)
«𝒩𝑜 𝒽𝒶𝓈 𝒹𝑒 𝓂𝑜𝓇𝒾𝓇»
ON / ⓄⒻⒻ
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ARCO: “𝙰𝚕𝚐𝚘 𝚛𝚊𝚛𝚘 𝚙𝚊𝚜𝚊”

𝙋𝙖í𝙨 : Francia, Llano de la Luna

▌│█║▌║▌║ 15:03 ║▌║▌║█│▌

En la actualidad (varias horas despues)…

(No se cuanto tiempo me habrá dado ese espíritu… pero cómo pretenda que carga a cuestas con la furgoneta…)

(No voy a salir de aquí ni mañana)

Ono, caminaba apresurada por las filas de el Llano de la Luna. Tras la advertencia de el Espíritu del Bosque que custodiaba aquel Lugar, Ono iría rápidamente a cumplir con las condiciones que este mismo había puesto a la chica para poder salir con vida de aquel lugar.

(Ni loca le haría daño a ningún ser vivo de aquí… NI LOCA)

(Pero con ese montón de chatarra… no voy a poder… definitivamente no voy a poder…)

Ono se dirigía a la parte más céntrica del Llano, lugar de residencia de el Gran Árbol del Espíritu y de su furgoneta averiada.

(Esa loba… ¿porque tenía que haber destrozado la furgoneta?)

(Si por lo menos estuviera en pie, podría intentar que condujera para salir de aquí antes…)

(Pero no voy a poder cruzar todo el Bosque con ella a cuestas)

(… esa loba no presentó piedad cuando me vio…)

Varias horas antes…

La coñoneta hacía pocos minutos que había atravesado el portal mágico que conecta el Llano de la Luna entre todos sus territorios esparcidos.

Las tierras francesas estaban muy centradas en un solo país, sin embargo. Estas contaban con territorios políticos fuera de Europa que reaccionaron al igual que Francia ante el hechizo de Khrast. Convirtiéndose en todas su totalidad en su Bosque y Reino.

La coñoneta, tras haber cruzado el portal, se quedaría quieta y en punto muerto. Ono, atraída por el lugar en el que se encontraba, recordandola familiar de sus recurrentes sueños. Saldría del coche. Pudiendo abrir las puertas de la parte de atrás sin ninguna resistencia opuesta por el coche.

Al abrir las puertas, una fina brisa helada y cortante entraría por el hueco de la puerta hasta dentro del coche, rozando la piel de Ono. Trayendola el recuerdo físico de aquella brisa similar que sentía en sus sueños.

El aire era muy liviano y para nada denso. Ligero y fresco, con un ligero olor a piedra, húmeda, musgo y lluvia. Era un ambiente muy agradable, pero impactante a primera estancia, ya que si no estabas acostumbrado a aquel lugar, la sensación sería como finos folios cortando tu piel.

(Costaba adaptarse pero cuando le pillas el truco, te das cuenta de que no era más que una tarea psicológica librarse de esa sensación tan dolorosa y disfrutar de la pureza del lugar)

Ono no llegaría a poner un pie en el suelo del bosque, cuando empezaría a escuchar unos fuertes temblores acercándose hacia ella.

El ritmo y la intensidad de las vibraciones en el suelo, le resultaba familiar y le recordaba a los mismos sueños de siempre, del bosque.

La joven, cerraría de un fuerte golpe el coche, y se escurríria por los asientos para esconderse, asomando la mirada por debajo de los cristales tintados de la coñoneta.

Los temblores se acercaban cada vez más y de manera acelerada hacia el lugar. Haciendo que el vehículo empezara a temblar, balanceando los adornos que colgaban de su interior y zarandeando a la joven Ono escondida tras los asientos.

Los temblores cesaron cuando de entre los árboles asomaron cuatro largas patas animales de pelaje blanco..

Estas, no eran de un tamaño normal. Medían 6 veces más que las de un animal normal y desde la ventana de Ono, no se podría ver más arriba de estas patas, por lo que no pudo diferencias que bestia era.

El animal blanco se acercaría, con un ritmo más lento hacia el coche alcanzando en menos de 3 pasos.

Con cada zancada que daba, el coche temblaba y se balanceaba junto a el resto del entorno cercano. Aquel animal descomunal sin duda alguna tenía una fuerza desmesurada.

Las patas del animal, se quedarían quietas frente al coche. Dejando unos cuantos segundos de silencio y tensión antes de que por la ventanilla, asomara un gran ojo que cubría esta por completo.

El ojo del animal se movería buscando algo en el interior, pero Ono encogida bajo los asientos traseros, aguantaría su respiración y agacharía la cabeza atemorizada.

(𝙷𝚒𝚌𝚎 𝚎𝚕 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚛 𝚛𝚞𝚒𝚍𝚘 𝚙𝚘𝚜𝚒𝚋𝚕𝚎 𝚢 𝚗𝚘 𝚖𝚘𝚟í 𝚗𝚒 𝚞𝚗 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚖ú𝚜𝚌𝚞𝚕𝚘 𝚍𝚎 𝚖𝚒 𝚌𝚞𝚎𝚛𝚙𝚘. 𝙰𝚙𝚊𝚛𝚝ó 𝚜𝚞 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚍𝚊 𝚢 𝚖𝚘𝚟𝚒ó 𝚕𝚊 𝚌𝚊𝚋𝚎𝚣𝚊, 𝚎𝚗𝚝𝚘𝚗𝚌𝚎𝚜 𝚙𝚞𝚍𝚎 𝚟𝚎𝚛 𝚕𝚊𝚜 𝚏𝚊𝚞𝚌𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎𝚊𝚋𝚒𝚎𝚛𝚝𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚊𝚗𝚒𝚖𝚊𝚕.

(𝚂𝚞 𝚖𝚊𝚗𝚍í𝚋𝚞𝚕𝚊 𝚖𝚎𝚍𝚒𝚊 𝚖á𝚜 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚖𝚎𝚝𝚛𝚘 𝚢 𝚝𝚎𝚗í𝚊 𝚞𝚗𝚘𝚜 𝚍𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚕𝚊𝚛𝚐𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚜𝚊𝚋𝚕𝚎𝚜 𝚢 𝚐𝚛𝚞𝚎𝚜𝚘𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘 tocones)

El animal apartaría la cabeza de las ventanillas y se movería rodeando al coche. Dejando a Ono poder soltar el aire que contenía y reanudar con la respiración normal soltando un profundo gemido de liberación.

(𝚂𝚎 𝚖𝚘𝚟𝚒ó, 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌í𝚊 𝚒𝚛𝚜𝚎 𝚍𝚎 𝚊𝚚𝚞𝚒. 𝚂𝚒𝚗 𝚗𝚒𝚗𝚐𝚞𝚗𝚊 𝚍𝚞𝚍𝚊 𝚙𝚘𝚍𝚛𝚒𝚊 𝚝𝚛𝚊𝚐𝚊𝚛𝚖𝚎 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚖𝚘𝚛𝚍𝚒𝚜𝚌𝚘, 𝚢 𝚗𝚘 𝚜𝚎 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚖𝚎 𝚊𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊𝚛𝚊𝚗 𝚕𝚘𝚜 á𝚌𝚒𝚍𝚘𝚜 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚊𝚕𝚎𝚜…)

(𝚅𝚊𝚕𝚎 𝙾𝚗𝚘, 𝚝𝚛𝚊𝚗𝚚𝚞𝚒𝚕í𝚣𝚊𝚝𝚎… 𝚚𝚞é𝚍𝚊𝚝𝚎 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚝𝚊… 𝚜𝚒𝚐𝚞𝚎 𝚊𝚜í… 𝚗𝚘 𝚖𝚞𝚎𝚟𝚊𝚜 𝚞𝚗 𝚍𝚎𝚍𝚘…)

El animal se movía unos metros a la derecha del coche, y volvería a dejar un profundo silencio, en el que el animal estaba en un punto ciego donde Ono no podía verle.

Del techo de la coñoneta traspasaron los dientes del animal. Agarrando el techo del coche con sus fauces y levantándolo unos metros del suelo.

En el interior del coche, la joven se golpearía por todos lados, quedando suspendida en los aires y cayendo desde una de las ventanas traseras del coche hasta el suelo. Rompiendo la luna en mil pedazos que se la incrustarían por el cuerpo.

Justo a los pies del animal, caería la joven cubierta de cristales. Segundos antes de que la coñoneta cayera cerca suyo de costado con el techo completamente abollado y las ventanas rotas.

Ono, levantando su mirada, vería a un gigante lobo blanco. Mera la Última Llacuma. Este gigantesco animal de ocho metros tendría bajo suya a Ono derrotada en el suelo y cubierta de cristales que la atravesaban la piel de la cara y los brazos.

Las fauces del animal, bajarían abiertas lentamente hacia la joven.Ono, atemorizada, rebuscaría bajo su kimono y sacaría una pequeña escopeta recortada que apuntaría directa hacia el hocico del animal.

Mera, con un berrido, saltaría hacia atrás espantada por el arma de fuego.

Les tenía un gran pudor a este tipo de armas, ya que los humanos las usaron para acabar con toda su tribu en el antiguo Bosque Profundo.

-”¡QUIÉN ERES!”

Diría la loba, que se había distanciado bastantes metros de la joven, con tan solo un salto reflejo.

-”¡𝚃𝚞…!”

Ono, al ver al animal de lejos y con mayor detenimiento recordaría aquella silueta gigantesca de sus sueños. Tenía la misma forma que la de el animal…

( 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚍𝚘𝚜 “𝚏𝚕𝚎𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚙𝚞𝚗𝚝𝚒𝚊𝚐𝚞𝚍𝚊𝚜” 𝚊𝚛𝚛𝚒𝚋𝚊, 𝚜𝚒𝚖𝚒𝚕𝚊𝚛 𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚖𝚘𝚗𝚝𝚊ñ𝚊, ¡A𝚞𝚝ó𝚖𝚊𝚝𝚊…! 𝚜𝚎 𝚖𝚞𝚎𝚟𝚎…)

-”𝚃𝚞 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚋𝚊𝚜 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒é𝚗 𝚎𝚗 𝚖𝚒 𝚜𝚞𝚎ñ𝚘”

Diría Ono bajando el arma.

Mera, en cuanto la joven bajó la guardia por una supuesta visión vislumbrante que había tenido, se avalanzaría sobre la chica. Atravesándola con sus dientes y lanzándola con gran fuerza hacia los aires, justo sobre su boca, que esperaba abierta la caída de la joven para tragársela de un trago sin masticar.

En el llano, quedaría un profundo silencio, donde la tensión se había desvanecido.

La coñoneta, humeaba y no emitía ningún tipo de ruido ni movimiento. Parecía haber acabado su vida.

Ono, dentro del intestino de Mera, no daría señales de vida, estaba siendo digerida. Y probablemente la mordida previa del lobo, ya había sido suficiente para matarla antes de entrar por la garganta.

Mera,permanecería de pie, relamiéndose las fauces, su tripa rugía. La descomposición repentina de un humano fresco es algo laborioso para un estómago, por lo que era norm…

¡!

La loba, sentiría un gran pinchazo en su tórax, agachando la mirada y viendo la hoja de un sable saliendo desde su interior. La hoja, haría un tajo rápido abriendo por completo las tripas del animal, y derramando litros y litros de entrañas en el suelo.

Mera, habiendo visto cómo se vaciaba todo su interiordebajo suya, caería desplomada en el suelo, creando un brutal temblor en los alrededores.

De entre los intestinos y entrañas, ono completamente cubierta de sangre y bilis, saldría algo asfixiada. Escupiendo una rara mezcla de jugos de su boca y mirando al gigantesco animal desplomado en el suelo.

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«𝒩𝑜 𝒽𝒶𝓈 𝒹𝑒 𝓂𝑜𝓇𝒾𝓇»
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De el interior de ono, comenzarían a emanar unos aros de luz. Que rápidamente se irían extendiendo por toda la zona, cubriendo más de 20 m de la zona de una potente luz aguamarina, muy similar a un color boreal.

Los ojos de Mera, que estaban perdidos y nublados, tras la desaparición de esta luz aguamarina, se moverían, colocándose junto a el movimiento del párpado abriendo y cerrándose.

Mera intentaría levantarse del suelo, sin embargo un enorme peso dentro suya, la impedía sentir del todo sus extremidades. Era una sensación similar a la que se siente cuando se te duermen las extremidades.

La joven ono, se acercaría hacia la cabeza de la loba, que no podía apenas mover su cuerpo para apoyar su mano sobre el hocico de esta…

-”𝙽𝚘 𝚝𝚎 𝚟𝚘𝚢 𝚊 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛 𝚍𝚊ñ𝚘…”

-”…𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚗𝚘 𝚖𝚎 𝚕𝚘 𝚑𝚊𝚐𝚊𝚜 𝚝𝚊𝚖𝚙𝚘𝚌𝚘 𝚊 𝚖𝚒…”

La loba, intentaría resistirse rechazando a la humana desde el momento que vio su arma de fuego. Pero Mera, tardaría varias horas en recuperar la movilidad completa de su cuerpo por lo que hasta el momento solo le quedaba escuchar… y hablar con la joven.

-”No vuelvas a usar una de esas…O por lo menos delante mía”

Diría Mera rendida en el suelo, refiriéndose a la escopeta de Ono.

-”¿Cómo has llegado aquí? Eres una Intrusa para Khrast”

Preguntaría la loba.

-”𝙴𝚕… el 𝚌𝚘𝚌𝚑𝚎…”

-”𝙴𝚕 𝚌𝚘𝚌𝚑𝚎 𝚎𝚜𝚎, 𝚜𝚎 𝚕𝚘 𝚋𝚒𝚛𝚕𝚎 𝚊 𝚞𝚗𝚘𝚜 𝚋𝚊𝚗𝚍𝚊𝚛𝚛𝚊𝚜 𝚢 𝚝𝚎𝚗í𝚊 𝚏𝚒𝚓𝚊𝚍𝚘 𝚎𝚜𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘…”

-”𝚄𝙵…”

Ono se sentaría en el suelo, algo agotada, apoyándose sobre la loba.

-”𝚄𝚢… 𝙴𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚞𝚢 𝚜𝚞𝚊𝚟𝚎…”

-”CÓMO HAS LLEGADO HUMANA”

Insistiría Mera esquivando la confianza de la chica.

-”𝙿𝚘𝚛 𝚞𝚗 𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊𝚕…”

-”𝙴𝚜𝚝á𝚋𝚊𝚖𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝙱𝚛𝚊𝚜𝚒𝚕 𝚢 𝚊𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚒𝚖𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝙵𝚛𝚊𝚗𝚌𝚒𝚊”

-”𝙰𝚜í, *𝚌𝚑𝚊𝚜* 𝚎𝚗 𝚞𝚗 𝚜𝚎𝚐𝚞𝚗𝚍𝚘”

-”𝚈 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛… “

-”𝙷𝚎 𝚝𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘 ú𝚕𝚝𝚒𝚖𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚜𝚊𝚍𝚒𝚕𝚕𝚊𝚜 𝚛𝚎𝚌𝚞𝚛𝚛𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚜𝚒𝚝𝚒𝚘…”

-”𝙾 𝚌𝚘𝚗 𝚞𝚗𝚘 𝚖𝚞𝚢 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚒𝚍𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚘 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚜…”

-”𝙷𝚊𝚋í𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚝𝚘𝚛𝚛𝚎… 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎 𝚜𝚎𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚚𝚞í 𝚎𝚜 𝚞𝚗 á𝚛𝚋𝚘𝚕…”

-”𝚈 𝚝𝚞… 𝚃ú 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒é𝚗 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚋𝚊𝚜… 𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚖á𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘… 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚖𝚘𝚗𝚝𝚊ñ𝚊 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎”

-”…Hum…”

-”¿Como que un portal?”

Preguntaría Mera extrañada

-”𝚂𝚒, 𝚜𝚒 𝚞𝚗 𝚊𝚛𝚘 𝚍𝚎 𝚖𝚊𝚍𝚎𝚛𝚊… 𝚄𝚗 𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊𝚕… 𝚎𝚜𝚝á 𝚊𝚑í 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚘”

La joven señalaría hacia el portal, que se camuflaba bastante bien entre los árboles y la maleza.

-”…Hum…”

-”𝙷𝚊 𝚜𝚒𝚍𝚘 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚖𝚞𝚢 𝚛𝚊𝚛𝚘…”

-”A𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚟𝚎𝚗𝚒𝚛, 𝚓𝚞𝚜𝚝𝚘 𝚟𝚎𝚘 𝚎𝚗 𝚞𝚗𝚊 𝚐𝚊𝚜𝚘𝚕𝚒𝚗𝚎𝚛𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚗𝚘𝚝𝚒𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚗 𝙴𝚞𝚛𝚘𝚙𝚊 𝚎𝚜𝚝á 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕𝚐𝚘 𝚛𝚊𝚛𝚘, 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝á 𝚊𝚌𝚊𝚋𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚌𝚒𝚞𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜… 𝚢 𝚎𝚕 𝚛𝚘𝚕𝚕𝚘 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚏𝚞𝚛𝚐𝚘𝚗𝚎𝚝𝚊 𝚑𝚊𝚋𝚕𝚊… 𝚢 𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚒𝚎𝚗 𝚎𝚜𝚎…”

-”𝙻𝚊 𝚖𝚊𝚛𝚒𝚙𝚘𝚜𝚊… 𝚕𝚘𝚜 𝚜𝚞𝚎ñ𝚘𝚜 𝚛𝚎𝚌𝚞𝚛𝚛𝚎𝚗𝚝”

Mera, tras escuchar o haber parecido escuchar mariposa, cortaría a Ono

-”¡¿La que…?!”

-”𝙻𝚊 𝚖𝚊𝚛𝚒..𝚙𝚘𝚜𝚊”

-”La mariposa…”

Dirían ambas a la vez

-”…Hum…»

-”𝚂𝙸𝚂𝙸𝚂𝙸𝚂 𝚁𝙰𝚁𝙸𝚂𝙸𝙼𝙾… 𝙽𝚘 𝚜𝚎 𝚍𝚎𝚕 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚙𝚘𝚛𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚘𝚢 𝚊𝚚𝚞𝚒… 𝚗𝚒 𝚜𝚒𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚜𝚎 𝚍𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚘𝚢…”

Mera, habiendo estado nublada todo este tiempo por matar a la portadora de armas de fuego, despejaria y acalararia su mente.

-”Te tienes que ir joven, Khrast te va a encontrar… y como no tengas nada que le interese… te matará…”

Diría alterada la loba, que todavía no había recuperado la movilidad de su cuerpo y ahora estaba medio sentada y con la cabeza en alto.

-”𝙼𝚊𝚝𝚊𝚛𝚖𝚎…”

-”¿𝙲𝚘𝚖𝚘 𝚑𝚊𝚜 𝚍𝚒𝚌𝚑𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚕𝚕𝚊𝚖𝚊𝚋𝚊?’”

Diría la joven Komachi, respondiendo con un tono de burla.

En la actualidad…

Ono estaría muy próxima al portal por donde entró. Justo donde Mera la atacó y la coñoneta se quedó tirada.

Ono, antes de huir hacia el Este siguiendo el consejo de Mera y escapando del Espíritu del Bosque, no había notado ninguna respuesta en la coñoneta.

(Al final todo lo que hacía ha dado igual)

(Es igual de resistente que un coche cualquiera)

*PIIIIIIIIIIIIIIIIPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII*

*PIRIPIPIPI PIRIPIPIPI PI PI PI PI PI PI PIIIIII*

A lo lejos, a una velocidad extrema y destrozandolo todo por el camino apareceria la coñoneta, conduciendo de culo hacia la joven y atropellandola para meterla en su interior,

Esta no tenía ningún daño y estaba ilesa. Pese a haber sido atacada por la loba, y haber quedado con el resultado que quedó tras el ataque, la coñoneta parecía estar igual que como el primer día que estuvo con Ono. Como nueva.

La puesta del maletero de la coñoneta estaba abierta para que Ono pudiese entrar de la inercia del impacto.

-”𝚀𝚞𝚎 𝚌𝚘𝚓𝚘𝚗𝚎𝚜”

-”𝙹𝙰𝙰𝙰𝙰𝙰𝙰𝙰𝙰𝙰𝙰𝙰𝙹𝙰𝙹𝙰𝙹𝙹𝙰𝙹𝙰𝙹𝙰𝙹𝙹𝙰𝙹𝙰𝙹𝙰𝙹𝙹𝙰𝙹𝙰𝙹𝙰𝙹”

-”𝙿𝚄𝚃𝙾 𝙲𝙾𝙲𝙷𝙴 𝙳𝙴 𝙻𝙾𝚂 𝙲𝙾𝙹𝙾𝙽𝙴𝚂”

Gritaría Ono dentro de la coñoneta, mientras el coche seguía avanzando por el Bosque arrasando con todo por su camino. Plantas, hongos, musgos, piedras, nidos, colmenas, madrigueras, animales, mosquitos, TODO.

-”ℝ𝕌𝕄𝔹𝕆 𝔼𝕊𝕋𝔸𝔹𝕃𝔼ℂ𝕀𝔻𝕆: 𝕄𝕆ℕ𝔸𝕊𝕋𝔼ℝ𝕀𝕆 𝔻𝔼𝕃 𝔼𝕊ℂ𝕆ℝ𝕀𝔸𝕃”

-”ℂ𝕆ℕ𝕋𝕀ℕ𝕌𝔼 𝕋𝕆𝔻𝕆 ℝ𝔼ℂ𝕋𝕆, 𝕊𝕌 𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝕆 𝔼𝕊𝕋𝔸 𝔸 𝟙𝟛𝟘𝟘𝕜𝕞 “

-”𝕋𝕀𝔼𝕄ℙ𝕆 𝔼𝕊𝕋𝕀𝕄𝔸𝔻𝕆 𝔻𝔼 𝕋ℝ𝔸𝕐𝔼ℂ𝕋𝕆…”

La puerta del maletero del coche, se cerraría, y el chasis entero de este se voltearía sobre sí mismo de manera alocada, poniéndose de frente en vez de culo. Los tubos de escape se ensancharían y proyectarían una fuerte cantidad de energía, similar a la de un cohete, y la coñoneta, se proyectaría desde ahí, hasta las puertas del monasterio con una velocidad de 10.000km/h

-”𝟙𝟛 𝕊𝔼𝔾𝕌ℕ𝔻𝕆𝕊”

*𝔽𝕀𝕌𝕄*

La coñoneta, atravesaría toda Francia y parte de Alemania, destrozando por su camino todo en una franja recta de 1300km de largo, por 2m de ancho, creando una especie de hilera de destrucción por su camino en trece segundos.

A los 20 segundos, todo lo que hubiese sido destruido, recobraría el estado precio que tenía a antes de que lo atravesara la coñoneta.

ARCO: “𝙰𝚕𝚐𝚘 𝚛𝚊𝚛𝚘 𝚙𝚊𝚜𝚊”

𝙋𝙖í𝙨 : Alemania, Monasterio del Escorial de Tomb Raiser

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