Reflexiones que abordo al tacto de las teclas sin retorno, puesto que lo dejo escrito

Reflexiones que abordo al tacto de las teclas sin retorno, puesto que lo dejo escrito

MALO CHINARRO

19/04/2022

Esto es la historia de una persona que ve la vida pasar. Días largos sin encanto. Qué quiero decir? Qué quiero transmitir? Pues como se ha dicho allá vamos: días manifiestos, días cerrados., por ahora días sin calor aunque está llegando:

Erase un hombre sin años, sin rostro, emotivo, cariñoso, huérfano de pasado, familiar con el futuro, amigable con los extraños, distante con los cercanos, juez consigo mismo, con palabra, pero con y sin actos un hombre se va formando. Valga la redundancia, solo a una amiga se acerca, y a la vez se extraña de por qué a tantas personas ha visto pasar aunque el psiquiatra le diga que a muchos individuos ha conocido, pero él no cuenta que la mucha o poca realidad que ha visto es porque unos pocos se lo han transmitido gracias a preguntar sobre otros y analizar las verdades de uno y otro analizando los conceptos descritos, aceptando contradicciones, aceptando las pequeñas metáforas de cada uno, eligiendo bien al entrevistado, sabiendo que era un buen amigo en ese periodo de uno mismo.

Tantos años en el umbral, tantos años queriendo ser alguien que no era con cualidades perfectas se abre al desconocido, mostrando el camino cuando él esta fuera como carro adelantando por línea continua, desesperado al final se queda detrás del camión sin huelga, pues no se muestra.

Abro y punto, hablo y termino. Palabras faltantes que no lo describen. Estudiando qué querrá decir la vida, desde hace años detrás de una pantalla, sin libros, con escritura, con juegos y música. Conversaciones consigo mismo, pocas charlas intimas, demasiadas convencionales, poco le llena la gente puesto que no me muestro ni al tic tac el tiempo vuela nos condena lo que dice el reloj de esfera sobre la muñeca diestra. Me dejo guiar por lo que creo que puede dar cada uno, no muestro el camino a casi nadie, soy torpe eligiendo las formas y cuando quiero hacer ver, ya se han creído que ellos son los guías. Entonces, todo juego se ha acabado, Luis GAME OVER solo queda malo chinarro.

Creo en el efímero odio, casi no me enfado, con los pies en la luna y la cabeza en tierra me desahogo con la escritura. Me abro solo a marcianos, gente de fuera con la que he compartido buenos momentos, mi día a día transcurre sin ellos, uno y no más me pregunta: ¿qué prefiero, si el deseo o el amor?, le digo que el amor sin deseo es como herida sin cicatrizar. El deseo con amor hace mucho que no lo siento pero debe ser el camino a la liberación de una vida encerrada en monotonía, rutina qué más deseas de mí, me aburro con un vaso, me da igual si lleno o vacío, me ahogo con gente menos mal que he aprendido a no seguir a la corriente pero pago precio por estar sin compañía. ¡¡Joder!! si abro la pantalla y ya estoy acompañado. ¿Qué más quiero? Tal vez que el futuro me elija, que no viva de sueños, que no me alimente de ellos, que no deseé o quiera estar con ellos, pero joder se está tan bien en esta pseudorealidad. Las mañanas soñando me las paso, viendo gente del pasado, hablando y respondiendo en verso escribo este documento, heridas calcinadas en carbón y hierro forjo el acero del disfraz que me dibujo ante la realidad, pierdo el norte aunque el sur es mi puto destino. Sirenas a lo lejos me hacen desdibujar lo que pienso,  y siento. Qué habrá de verdad en ellas pues tantas como que no sé cantar, no me aprendo ni las letras porque todo lo que me cuesta lo echo por la borda. Lo fácil llena mi vida, esas paredes eran una cárcel color vainilla. Me desnudo ante un papel, creo que casi nadie merece la pena, tal vez porque a la gente le cuesta abrirse a menos que haya tormenta.

Yo no estoy enfermo me dicen algunos amigos. Yo ya no quiero amigos me dice malo chinarro. Yo toda mi vida he querido que mis enemigos fuesen mis amigos, tal vez esa relación sea la que mi padre ha tenido conmigo. El yo no querer y él querer, el preguntarme hasta cuando estaba enojado, el no dejarme enfadado, el tener que entender a todo enemigo, marciano o amigo, hasta darme cuenta; no es malo ni bueno desear el bien o el mal o lo bueno o lo malo, puesto que lo bonito de las personas es su todo. Al psiquiatra le pregunto por qué hay gente que se le conoce a las malas y a otros a las buenas. Él me contesta que en todo ello está la preciosidad del ser humano, en ese momento me quedo callado, pensando, queriendo contestar como decía mi padre de pequeño: “piensa rápido, contesta rápido”. Pero aprendí de un amigo que mi pesar todavía llevo dentro, con sus paradas en las preguntas, con su respetable presencia aprendí a callar para pensar y responder analizando lo que me decían, aunque me saltasen el turno y la conversación ya giraba por otros recovecos y ya mi turno se había terminado, triste una vez más el ser humano pero no quiero su papel, me quedo con su lado humano, puesto que sus enseñanzas ya he hecho mías como con tantas personas me ha pasado. Se han ido pero he aprendido. A veces pienso que soy como ese tabaco de pipa que es plano en el sabor puesto que me he dado a los menesteres banales, pero aún me queda tiempo de picar la nariz cuando el humo pasa despacio, sigo con ganas de mostrar diversos temas, aunque la mayoría de las veces, no sé, ahondo demasiado en el tema o me quedo en la punta del iceberg o soy un náufrago más de ese barco. Transatlántico, no he cruzado el atlántico me quedo en el mediterráneo, aunque sueño despierto como en ese sueño que tuve que estaba con un maestro más y éste se lanzaba al vacío en una fiesta de un piso que teníamos en lo alto de un rascacielos llamando mi atención después del suceso que me hizo ver hasta donde puedo caer.

Hasta cuándo estuve sin personalidad, hasta cuando voy a hablar de mi lado más personal. Por qué me he dedicado tanto tiempo a mi lado más intuitivo, cuándo me he quedado en mi parte de individuo. En cuánto me he convertido en un ser nulo. Cuántas veces me han anulado, porque he aceptado y no he salido de mí mismo y quisiera ser como los demás pero no puedo. Al final estas tú solo contigo mismo. Un día te quieres y te crees que ya lo has conseguido pero al día siguiente vagas con rumbo o sin él y te preguntas:

Me gustaría ser como la gente corriente que llena las calles de alegría y bebidas. Cerveza, cubatas, vino o café, postre y seguimos con el día de después. Tabaco en mano me siento en un banco me pongo a Satie con los cascos y me quedo mirando, sin sol no hay tres, con dúo y por consiguiente me quedo en el tú a tú, huyo de grupos, y si estoy en eso huyo de mí mismo para crear buen circulo. Apariencias estoy harto de ellas. Hago remolinos con mi escritura, creo y deshago, hago y destruyo a lo mío, pocas veces toco al de al lado. Quién soy. Un día me pregunto si quiero a mi locura, otro día me pregunto si quiero a mi razón. Los demás días el paso aletargado.

Releo lo que he escrito y pienso que es una mierda pero es mío. Pero mientras lo escribo me digo que tú piensas Luis, o eso cree Malo, sin chinarro. Loco o cuerdo respondo al mismo apodo. Triste ciudad, o lo hacen sin maldad? En cada una me han llamado de una forma pero ya llevo años encerrado en la misma. En todos los sitios me ha pasado. Siempre he querido escapar alejándome de todo remordimiento que me causaba mis años de estúpido, sigo castigándome pero me gustaría no recordar pero recuerdo lo que he sido pero no me quedo en lo que me he convertido. Pero cómo vas a ser en quién te has convertido si te has quedado sin nadie que pueda afianzarlo. Sin nadie que pueda verlo. Solo sé hablar de cocina, rap y juegos. De locuras viene intrínseco, de muchos sueños he despertado, de otros los sigo teniendo enlatados. Me cubro de metas que no alcanzo. Alcanzando metas que muchos por el camino se han dejado. Sigo vivo, seguimos vivos malo chinarro, sigo soñando cada canción que no me he aprendido.

FIN

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