TOM

Llegaron las vacaciones, mi hermano y yo fuimos a pasar unos días con mis abuelos, al pueblo. Allí teníamos unos amigos con los que lo pasábamos muy bien, compartiendo momentos de juegos muy divertidos.

Construimos una cabaña con paja, ramas de un árbol, con las hojas hicimos un techo. También teníamos a mi perro Tom, que aún hacían más divertidos nuestros juegos y aventuras.

Un día en el desván de la casa de mis abuelos, encontramos un baúl que estaba lleno de polvo, lo abrimos y dentro había muchos vestidos antiguos con algunos zapatos muy viejos. Encontramos una alfombra grande, polvorienta, de colores muy vivos y la llevamos a nuestra cabaña.

La alfombra ocupaba todo el suelo de la misma, con nuestros amigos montábamos en ella, volando hacia países lejanos, inventándonos cada día dónde ir, que nuevos amigos conocer.

Llegó el fin de semana y nuestros padres vinieron al pueblo, nos dieron una gran sorpresa porque nos íbamos a ir todos juntos de vacaciones, hasta nuestro perro Tom. Estábamos emocionados pensando todo lo que nos teníamos que llevar.

Al día siguiente nos preparamos pronto, rumbo al hotel Iberik. Papá nos decía lo bien que iba a estar nuestro perro Tom junto con muchos otros.

Cuando llegamos al hotel nos estaban esperando. Por todos los lados correteaban perros de diferentes tamaños y razas. Estábamos encantados, nunca habíamos visto tantos perros juntos.

Había un camarero al que los perros mordían sus pantalones, porque no le gustaban mucho los animales, todo el personal era atento y muy amable. Había una piscina en la que nos podíamos meter con Tom, ¡era una pasada!

Pero lo más divertido fue cuando Tom sin querer, empujó a una señora un poco fuerte y la tiró a la piscina. Todo el mundo se puso a reír, pero la señora no se enfadó, le encantaban los animales, tenía un Pastor Alemán muy bonito.

También me acuerdo, cuando se perdió un niño y todos los perros olfateando consiguieron encontrarle, estaba comiéndose un merengue, detrás de un árbol. La verdad que con los animales la vida se hace más llevadera y divertida.

No nos aburrimos ni por un momento, conocimos a muchos amigos nuevos con sus mascotas, lo pasamos muy divertido, la verdad que les dijimos a nuestros padres que queríamos repetirlo al año siguiente.

Todos lo pasamos muy bien. El hotel tenía servicio de veterinario, como muchos otros, tanto para personas como mascotas. Así que al año que viene volvemos.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS