De estás calles, al ritmo de la luna, todo quedará escrito en estos versos, con sabor a tequila y sal. Me gusta vagar con  la  sombra de mi corazón ciego. Estás horas en las que mi alma se borra. Soy tuyo aunque no me conozca el viento. Abra que encender el alma y apagar las flores, regalarte el aroma de un sueño, para que despiertes de tu realidad. Pues todo parece que el camino que elijimos es siempre el más  difícil.  

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