16 de octubre.

16 de octubre.

Kristel

26/12/2021

Tu diciendo que tu sonrisa era fea, y yo amándola cada día más. Perdí en esta madrugada las ganas de amar, porque te amé, porque te quise con todo el corazón y no supe como decirte.

Porque amaba cada faceta tuya, y ahora llorando en la madrugada no puedo dejar de pensarte, que me llenaron siempre tus ojos café, como aquel café que me invitaste, porque me gustaste y sin haberte probado pude tocarte, pude abrazarte.

Maldito 16 de octubre, y bendito ese último abrazo, caí profundamente en el abismo de la depresión porque no logré entender el porqué me dejaste, ¿Acaso hice algo mal?

Dejé mis trabajos por ti, abrí mi espacio para ti, quería dejarlo todo para ti, eras el único apoyo que tenía. 

Eras el fondo de mis portadas, la imagen de mis cartas, el amor conmigo siempre se equivoca, porque te pienso siempre, pero tu te alejaste lo más que pudiste, que hermoso fue verte una vez más, ese 16 de octubre.

Ese día que me atreví a recostarme en tu hombro, y ahora que me ahogo en la soledad no hay quien me saque, la niña que me hacía sonreír mientras trabajaba se recostó en mi regazo, me dejó hablar, que relación tan extraña, es mi pupilo, y yo diciéndole lo quebrada que estaba. Que tontería la mía. 

Mi motivación era avanzar, y te convertiste en mi meta, miento si te digo que no pensé en formar una familia contigo, yo daría todo por volverte a ver, pero creo que volvería a llorar.

Y todo comenzó por tu característico lunar.

No quería dejar de abrazarte ese día, yo estaba lista ese 16 de octubre para decirte que también me gustabas, como me gusta ahora el café, por ti, ahora tomo café, aunque mis cuerdas ya no me hagan cantar por lo enferma que estoy. Estoy muriéndome y yo solo pienso en ti.

No podría ser peor los nódulos en mis cuerdas, que el haberte perdido.

¿Qué hice mal? ¿Acaso fue el tiempo que no te daba? Te estaba entregando todo, ya había dejado todo.

¿Qué hice mal por Dios? Me presenté ante tu familia, ya tenía el valor de estar frente a tu padre, y que pesar me daba que tu papá me viese y yo no supiera que ofrecer, y ahora que no tengo ni mi voz, solo me queda escribir… de ti.

No querías que me desvelara, y ahora me desvelo pensando qué hice o qué no hice.

¿Es porque me daba miedo besarte en pleno partido de béisbol?

¿Es porque no te dediqué suficientes canciones?

¿Es porque tu hermano me hablaba de las melodías que le gustaban en el violín? Me carcomían los nervios ese día, porque estaba lista para decirte que también me gustabas.

pero no sucedió. 

Me gustaste desde que vi tu foto, me encantaste desde la primera imagen, me llenaste enteramente, y todo se fue.

Todo te lo daría, pero es cierto, no tengo nada que decir ahora, el chico de los ojos cafés, tan dulce tu mirada y tan cálidos tus abrazos, ahora que estoy sumida en la miseria te extraño un poco, porque me hiciste amar una vez más. Y te amo como no tienes una idea, mis poemas no eran ya más de pérdida si no de amor, pero la vida no me ha correspondido una vez más. 

Gracias por ese café, y por el de tus ojos también.

Gracias por ese beso en la mejilla, nunca fuiste un error en mis días, pero ¡Ah vida mía! 

-Kristel.

-Café en tu mirada. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS