MICRO RELATO (LA SORPRESA) 
LA SORPRESA
¡Abre la puerta!
Vamos, ábrela, que tenemos que hablar.
No, no, vete por favor.
Por favor cálmate, y ábrela.
Tengo algo que decirte.
Ya es tarde, vete, todas tus acciones han consumado el final.
¡Nooooo!
De sopetón, cae la puerta, el cuchillo traspasa su piel, irrumpe en su corazón, rueda el aro de oro por el piso, se confunde con la sangre, mientras la tarta de helado se iba derritiendo conjuntamente con el último suspiro de vida. De la lúgubre habitación se ve salir una frágil silueta empapada en llanto que exclama: ¡Oh Dios, que hice! he……
Lo incuestionable es, que amar es cosa de loco. Tres réquiem, y ya no habrán más golpes en la puerta de carne.
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