Viernes por la tarde trato de  reparar una vieja bicicleta la cual da testigo del paso enminente del tiempo, el desgaste es evidente, la utilidad y belleza de la misma a sido reducida en gran medida pero que más da, todo lo que tiene un comienzo tendrá un final así que lo que importa es el momento y no del pasado ni del futuro sino del hoy. Escucho una voz por la ventana era del vecino y amigo de muchos años, charlamos un rato y me comentó que iba de viaje el siguiente día, por lo que le dije de inmediato deberíamos ir a comprar algo, el accedió gustosamente y en un par de minutos salimos.

Mientras caminamos por las calles del barrio vemos el ir y venir de las demás personas, todos parecen caminar con seguridad y tranquilidad. De pronto dos motos montañesas marca Yamaha pasan a nuestro lado con dos sujetos en cada una fuertemente armados pude sentir el miedo que difundian al pasar, la autoridad ante los demás; luego me vi a mí, me vi débil y indefenso. Recuerdo que iban a una velocidad considerablemente alta entre el ajetreo de la calle vi como se le deslizó de su bolsillo un teléfono a uno de ellos juzgando por su apariencia no se dio cuenta, luego vi el teléfono relativamente nuevo y de muy buena gama tirado en la calle sentí rechazo de tomarlo no quería nada de tipos de personas así, no quería nada que me pudiecen relacionar con ellos así que pase y ignoré ese hecho. 

Despues de unos minutos llegamos al lugar indicado, compramos pizza, comimos y platicamos mucho de diversos temas el humor dentro de la conversación no puede faltar y así dar un toque divertido ante situaciones injustas, ya que la vida es como un rompecabezas llena de complejidades y solo se puede ver clara cuando pongamos nuestra última pieza, pero quizás ya sea demasiado tarde para empezar a vivir. 

Despues de un par de horas se nos hizo tarde y decimos irnos, vi el teléfono y recordé a esa chica que me a sacado muchas sonrisas a través de una pantalla me había contado que trabajaba en una tienda y yo estaba a un par de pasos de donde ella así que pensé en ir y me pregunté si sería el momento adecuado ya que no la conocía en persona y pues sería la primera vez en vernos, me dije que mas da el miedo es un limitante para hacer lo queremos y talves para ella no tenga mucha importancia así que no hay que esperar el momento perfecto sino crear ese momento aunque sea imperfecto, pero que sea un momento de contenido para agregar a nuestras vidas con muchas páginas vacías. 

Entre rápidamente la identifique, me sorprendió la velocidad en la que la reconocí y luego de verla en persona puedo decir que………..

Después de verla camino a casa me puse a pensar que…..


(Me dio sueño continuaré el relato otro día) 😁😴


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