La hora incierta

A estás horas en qué la leña arde esperando un porvenir. Escondo mi corazón más hondo sobre la ladera del viento. Hoy que mi alma se arruga como una ola. Vienen a mi los recuerdos más dulces y las  melodías más tristes de mi memoria. Ahora que marcha para siempre la primavera,viene un beso que me acobija, sobre la leña que decidimos no apagar, por temor a perder el hilo de nuestros días. A qué hora vendrá la mano de un ángel, a quitarnos la belleza de un momento que parecía eterno. 

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