Un adiós de media noche

No puedo dejar de escribir aun cuando mi corazón tenga dudas o este completamente seguro de lo que quiero y deseo, al final es la escritura lo único que nunca me ha abandonado a lo largo de mi historia, a lo largo de mis días, he estado con innumerables personas con las que he aprendido, vivido y compartido inconmensurables historias y aprendizajes, en muchas ocasiones esto a culminado con una despedida súbita y un silencio casi eterno, reflejado por la distancia. No es algo grato para mi ver a todas esas personas despedirse, marcharse, alejarse lentamente y yo sin poder hacer nada, sin poder decir nada, pues muchas veces es solo un pensamiento, una idea y un juzgamiento las que me detienen, siempre siendo crucificado sin posibilidad a defenderme, así que prefiero callar, para no herir, para no lastimar, para dejar vivir a los demás, aunque la daga este mas clavada en mi que en los demás.

Son innumerables las ocasiones que he escrito cartas, versos e historias para responder preguntas que me hicieron, para justificar las ausencias o acciones que he cometido, pero a fin de cuentas el resultado siempre ha sido y será el mismo, la idea y la mentalidad son imposibles de cambiar, y a la par se adjunta lo difícil que es volver a confiar en las personas, así que en muchas ocasiones no importa lo puro que logren ser mis sentimientos o incluso si cuento toda mi historia el resultado es casi el mismo, y en ese oasis de desilusión te encontré, alguien distinto, alguien que quizá llegó como un capricho y se convirtió en algo mas que un deseo.

Muchas cosas pasan por la mente de aquel al que siempre le han retirado la confianza, y a pesar de todo ello ves a lo lejos a las personas que te rodean, aprendes a conocer, a querer y a apreciar las características de cada uno de los que nos rodea. Obviamente tu caso es diferente, porque en mis ojos llegué a verte como algo mas que un amor, una historia o una aventura, eras mas como un destino, y en ese final encontré a una mujer misteriosa con alma de candado, dejándome anonadado al mirar el horizonte de nuestras mañanas. Eras una mujer misteriosa con dedos de pincel que recorría indeleblemente por la corriente de la indiferencia; entender esa versión tuya me atraía más y más a ti.

Desde el momento en que nos conocimos, hasta el momento en que nos separamos, nada estuvo planeado, no hubo un plan, una guía o un ideal completamente claro, las palabras y el cortejo patético logró acercarnos un poco más allá de un simple deseo, de una sola noche. Estaba destinado a creer en tu palabra y ver que me creías a través de tu mirada maliciosa y al final me desnude mas de lo que debí hacerlo, y no hablo de la ropa que a media noche cualquiera en cualquier etapa de la vida puede estarnos quitando, si no de esa desnudez sosiega centrada en lo que es el alma, es allí donde no entendí tu misterio, en como entraste a ese caparazón que yo mismo había forjado y como me desvaneciste capa por capa, hasta ser una persona que daba todo y no entendía nada, digo dar todo y no entender nada, porque a pesar de querer todo contigo, igualmente fallé.

Sabía el final antes de probar tus labios, ya había vivido por el dolor y el silencio de mi alma sin escuchar lo que hacia latir mi verdadera esencia, pero aun así, conociendo el final caótico de mis errores, quería vivir los hechos, quería hacer eterno ese misterio tuyo, quería perderme en ese libido tuyo, en esa expectativa de algo nuevo por descubrir. Hechos que desilusionaron, acontecimientos que calzan perfecto en una historia de amor, traición y solo nostalgia, al final, al ver la herida, me pregunté – ¿Debí haber escrito una historia diferente? – Me respondo constantemente diciendo que si, que no debí de haber hecho una infinidad de cosas que si bien en mi mente ya no tienen sentido, en la tuya no habrá cabida sin la duda del ¿Por qué?

Hay una serie de eventos que nos traen aprendizajes continuos, al igual que una serie de misterios que nos invitan a investigar y descubrir aquello que no hemos visto, de igual forma aprendemos a olvidarlas, para con el tiempo volver a identificar; de la misma forma para aprender a hablar, caminar y reír. Se aprende a amar en el camino, a dar lo que uno siente por aquello que uno quiere, pasando del capricho, al deseo, y del deseo al amor.

Decir que eres misteriosa es una analogía a todo lo que actúas y callas y solo piensas tú, en ese espejismo que proclamas de sencillez, hay algo mas complicado y enramado que un solo “soy así”, a decir verdad, empieza una historia de esas que no tienen un final claro, pero que te llaman a seguir viviendo, en ese trayecto empecé a creer que se podría aprender a llorar por la decepción a odiar por todo lo hecho y todo lo que se sintió.

Eres un misterio porque así eres tú, porque, aunque digas que te muestras como eres siempre hay algo nuevo que descubrir en ti, siempre hay un gesto, una mirada, una actitud, una caricia, un olvido nuevo por conocer de ti. De igual forma me volví hacia ese misterio, coleccionaba uno a uno esas pautas que antes eran un tabú con tu nombre, dejándolas en silencio, apreciándolas como tesoro creyendo sería el único que entendería ese enigma, al final, entendí que de pronto todos habían logrado comprenderte y el único que nunca entendió nada fui yo. Por eso perdón por aquello que quizá fue más allá de lo que necesitabas y fue tan injusto como nadie lo esperaba.

Siempre pensé en ti como una mujer única, como el deseo que me complementaria con la cual podría construir mil historias y conocer mil lugares; Ahora, en medio de la confusión que dejó tu fugaz distancia en mi vida, me pregunto la verdadera importancia de seguir escribiendo en busca de tu nombre, conociendo que tu respuesta será corta y por lo general corta. Omitiendo cuestiones importantes a mi parecer, que para ti son solo vánales y superficiales porque así haces tu vida menos complicada. La verdad por dentro odio escribir sin recibir una respuesta, pero al final entiendo que la respuesta ya la se, que no tengo porque insistir o buscar alguna explicación que complemente lo que ya se ha dado por sentado. En ese momento es cuando mas misteriosa puedes llegar a ser y aun así cuando mas atractiva te vuelves a mis ojos, aun con tu mal genio y tu temperamento cambiante, incluso con la importancia de la comida para tu estado de animo o de incluso de tus sueños para tus deseos personales, sin importar si esos sueños son a corto o largo plazo.

Suelo resumir mis ideas en párrafos desconocidos que muchas veces no tienen un sentido común, que muchas veces vagan entre lo irónico y lo ilógico, provocando un vacío en mi interior, que nadie vio, y que nadie entendería. Y mientras mas escribo, mas te encuentro misteriosa, y mas dudas tengo, y cuestiono si esto lo hago por un deseo netamente propio o un ideal que conjuga los dos seres, y al final no puedo dejarlo, la maldita memoria no me deja olvidarlo, no me deja ser ajeno a tu recuerdo y al deseo de compartir contigo el tiempo…En el fondo, dudo si yo soy el que merezco algún tipo de amor, después de lo que he vivido y he deseado; pues al final todos siempre me dicen encontraras a alguien, no eres para mi o yo no soy para ti, siempre siendo como una pelota de tenis que va de lado a lado sin saber cuál es su propósito en esa área, más sin embargo me da gusto guardar simples placeres tales como escribir y sufrir en un silencio que a través de las letras, grita al silencio.

Quizás pueda convencerme de que puedo olvidarte, de que debo dejar ese misterio a un lado y dejarte tranquila tanto en vida como en sueños, poniendo un punto final a tu nombre en el libro de mi historia, pero a decir verdad no quisiera eso, además de que lo que he escrito con tu nombre ha quedado plasmado en donde el tiempo no lo puede borrar; Ergo no miento al decir que en algunos momentos, siento que te vas, que tu recuerdo empieza a salir de mi mente pesada con tantos recuerdos, el caso es que en algún momento volveré a encontrar esas letras, y si en unos años más llego a leerlas, solo ahí podré saber realmente cuál es la respuesta a mi pregunta, a ese misterio que eres tu.

Se que de pronto seré el único que logre escribirte tantas cosas, que quizás no encuentres en tu camino a alguien que base las letras para comunicarse y quizás estés mejor así. Dejaré que seas ese misterio que va por la vida escribiendo su propio destino, tomando una distancia que quizá sea de admiración, pero que también quizá sea de olvido, algo como lo que me enseñaste, esté el que quiere estar y si no es buscado simplemente es olvidado

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