Tus ojos brillan como un par de luceros de alta montañés, 
donde los destellos vibran al compas de los vientos… y a la 
compañía cercana de mil estrellas.

Hoy brillas más de lo que esperaba… ¿Me esperabas?…
¿Me amaste con tal mirada tierna?… ¿Me pensaste en tus 
plenas borracheras de cuarentena?… ¿Me vistes, será que
te inspire a una bella alucinación de estar ambos adheridos 
hasta el final de nuestros tiempos? 

A veces te añoro cuando miras mis historias, solamente a veces 
te recuerdo con un recuerdo vago; y hoy te veo ¡feliz y de la mano
con una desconocida silueta!… Qué más da, no quiero ser tu nudo,
ni las cadenas que te aprisionan a estar a mi lado; ¡Ve y se feliz!
besa, abraza, hazle el amor, ten pasión… Eres libre para conocer
el amor en otros labios, en otros brazos…

¡Descuida! que mantendré mi lejanía como un futuro regalo de 
bodas: 

-Tú felicidad acosta de la mía… Y brilla, nunca pares de brillar; 
espero muy pronto volver a ver luces luciernagas a tu lado.   

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