En el año 460 AC, Pericles se hace del poder y su principal objetivo será hacer de Atenas la ciudad más importante de lo que se conocía hasta entonces.

Para esto pondrá en marcha un ambicioso plan de renovación arquitectónica que tiene en la Acrópolis su punto más álgido.

La Acrópolis se levanta sobre una colina en el centro del valle de Atenas, como una fortaleza natural semicircular. En ese santuario se concentran los principales edificios de culto.

El acceso a la Acrópolis es a través de los propileos, levantados por el arquitecto Mnesicles por orden de Pericles entre los años 473 y 431 AC, dos terrazas superpuestas, divididas por un corredor transversal con columnas jónicas.

El templo de Atenea fue construido a partir del año 421 AC, Calícrates fue el encargado de los diseños, resultando un pequeño edificio de estilo jónico de inmensurable belleza

Ictíneos y Calícrates son los encargados o responsables del Partenón, el templo dedicado a la diosa Atenea Pártenos, protectora de la ciudad.

Se trata de in templo Dórico, con ocho columnas en sus frentes principales y todo su perímetro rodeado también con dos pilas de columnas realizado en mármol blanco del Pentélico, se construyó o erigió entre los años 448 y 438 AC. En su decoración trabajó, el mejor escultor que existía llamado Fidias, diseñando las metopas y los frontones, creando con esto una de las mejores muestras del arte clásico.

El Erecterion o Erectón, fue construido por Mnesicles entre los años 421 y 406 AC, se encuentra en la parte septentrional de la Acrópolis y estaba por supuesto consagrado a Atenea y Poseidón, el edificio de estilo jónico también se adapta perfectamente a la orografía de la colina que la sostiene.

El Erecterion en su lado meridional se sitúa el pórtico de las Cariátides, 6 mujeres jóvenes esculpidas sostienen el entablamento, vestidas con dobles del peplo y que cumplen la función de columnas con un capitel en forma de cesto.

A los pies de la Acrópolis en su parte meridional, se encuentra el teatro de Dionisio, el primer edificio teatral del mundo levantado en diferentes fases, en su cávea hay una capacidad para 17.000 espectadores, y ahí fueron representadas las obras mas importantes de los dramaturgos clásicos.

En la parte noreste de la colina Pnyx se reunían los de la asamblea popular, la principal institución de la democracia ateniense, desde el altar esculpido en la roca, los políticos y oradores daban los discursos a sus 6.000 ciudadanos.

En la zona sureste de la Acrópolis se encuentra la colina de las Musas, plagadas de pinares. En su cima se encuentra el altar sepulcral en honor a Cayo Julio Antíoco Filopapo, construido en el año 119 AC, con esto los atenienses quisieron demostrar su gratitud a este honorable ciudadano de origen sirio que embelleció y enriqueció la ciudad construyendo importantes edificios.

Otra de las colinas que forman la ciudad de Atenas es el Monte Licabeto, en cuya cima se alza la capilla de San Jorge, construida en 1834 con motivo de la nueva capital del estado griego, las vistas panorámicas desde esta colina son espectaculares.

El Ágora era el centro de la vida pública, el lugar de asambleas de los atenienses con ocasión de los eventos políticos, económicos, religiosos y culturales.

En el primer siglo de nuestra era, Atenas comenzó a ocupar un sitio muy importante en el imperio romano, el Ágora romana se convertía en el centro de las actividades comerciales principalmente de la ciudad hasta el siglo XIX.

Se trata de un espacio cuadrado que se accedía por la puerta de atenea y se cierra con la Torre De Los Vientos, una pequeña construcción octogonal.

En el año 51 llegó San Pablo a Atenas para predicar el cristianismo, configurándose en la ciudad una importante comunidad cristiana que no paro de crecer.

En el siglo VI todos los antiguos templos de Atenas se convirtieron en iglesias

La Atenas de Pericles se convirtió en el centro del mundo, hasta la guerra del Peloponeso que los espartanos supieron manejar e invadir por tierra a Atenas, a esto se lo sumó una terrible plaga con la que murió el mismo Pericles.

La devastadora Guerra del Peloponeso, dio la victoria a Esparta a fines del siglo V a. C. haciendo estragos en Atenas, que perdió definitivamente su hegemonía.

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