El olor y gusto son los sentidos que están más relacionados con el amor. Es éste,el sentimiento que más perdura junto con los recuerdos de la infancia y juventud que permanecen indelebles.
Durante el mes de Mayo, subíamos todos los amigos al Monte Izaskun, donde se veneraba en la capilla a la Virgen de Izaskun, nuestra patrona.
Apenas nos separaban media hora subiendo por el atajo, aunque era un camino pedregoso y grandes cuestas nos atenazaban.
Durante este mes, los zarzales y yerbas largas estaban cuajadas de marrubis, así que atraídos por su olor nos introducíamos en los interiores y obteníamos cantidad de frutos.Para cuando llegábamos a la ermita nos habíamos dado un gran festejo con este manjar. Durante la ascensión todo era algarabía.

Otro recuerdo que no olvidaré mientras viva ,era el plato de babarronas con tocino fresco que preparaba mi madre. Para darnos el gusto a la familia se pasaba toda la mañana con su delantal delante del fogón, además estaba el amor, pues sin él es imposible tanta dedicación. Este recuerdo ha pasado a mis hijos y seguramente el entusiasmo con que se lo cuento pasará a mis nietos.

Desde entonces ,no he vuelto a saborear tan delicioso manjar, porque al mismo tiempo que el gusto me oprime el corazón ,el amor tan inmenso a una madre.

re.

                                          

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