Da igual como te mire- de la cabeza a los pies-
que pones mi mundo derecho
del revés.
Te asemejas a una flor:
abres tus labios de pétalo,
liberas las mariposas que se acumulan
en tu barriga
cuando me ves y
vuelves a cerrarlos,
como una margarita africana
que se esconde de la Luna
cuando esta se asoma al balcón de estrellas.
«Es el método de las flores»-me dices
mientras
te reflejas en mis espejos,
«Una táctica milenaria», reservada para cuando
te miran cual abeja- de pies a cabeza.
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